La historia de AYMA Herramientas comenzó en el año 1959 en un almacén situado en la calle Urola de Zumarraga. Fue en este contexto cuando Jesús García y Garitano tomaron la decisión de establecer su empresa dedicada a la venta de materiales destinados a talleres. Inicialmente, su oferta comprendía la comercialización de clavos, puntas, sierras de mano y herramienta soldada, entre otros productos. Tanto García como Garitano demostraron poseer un agudo sentido para los negocios y, de manera progresiva, ampliaron su gama de productos hasta abarcar la comercialización del acero. Posteriormente la actividad se extendió a la comercialización de herramientas de corte; aprovechando de esta manera las sinergias que se generaban al tratarse del mismo tipo de cliente para los dos productos comercializados.
A finales de los 80 y principios de los 90, AYMA cambió su enfoque y pasó a dedicarse en exclusiva al mundo de las herramientas de corte y sus complementos orientados a la industria de la transformación metalmecánica. Con el transcurso del tiempo, AYMA ha consolidado su posición como una marca sólida y ha forjado una reputación notable, como evidencian la fidelidad y preferencia de los clientes a lo largo de las décadas.
En la actualidad, la plantilla de AYMA está compuesta por un total de 70 profesionales distribuidos entre las 8 delegaciones que abarcan la totalidad del territorio nacional. La sede central se encuentra ubicada en Gipuzkoa, y las delegaciones están estratégicamente distribuidas en Vitoria, Bilbao, Gijón, Madrid, Sevilla, Zaragoza, Barcelona y Valencia.
El portafolio de los productos de AYMA abarca una variada gama de herramientas para arranque de viruta, incluyendo herramientas de torneado, ranurado y tronzado, fresado, taladrado, mandrinado y escariado, roscado, así como una amplia variedad de elementos de sujeción. Además, su división de abrasivos ofrece un extenso programa de productos diseñados para el rebabado, rectificado y pulido de diversos materiales.
En AYMA, les parece importante proporcionar a sus clientes un respaldo técnico sólido. Su equipo técnico está siempre a disposición de los clientes para ofrecer las recomendaciones necesarias para la correcta aplicación de sus herramientas.
Como un servicio adicional y complementario a sus productos, ofrecen el servicio de refilados. Equipados con maquinaria CNC de última generación, están capacitados para reafilar todo tipo de herramientas, ya sean de metal duro, PCBN o CBN, proporcionando así mismo el servicio de recubrimiento.
Los principales sectores a los que orientan sus productos son automoción, aeronáutica, industria de renovables, industria ferroviaria, industria naval y la industria siderúrgica. Están comprometidos con ofrecer soluciones de calidad y adaptadas a las necesidades específicas de cada sector.
Evolución tecnológica
En el sector del mecanizado por arranque de viruta, la utilización de las tecnologías avanzadas ha mejorado significativamente la eficiencia y la productividad. Los sistemas CNC más avanzados, las herramientas de corte de última generación y los procesos automatizados han permitido una mayor velocidad de producción y una reducción de los tiempos de ciclo.
Las mejoras en las herramientas de corte, en los sistemas de control y en las técnicas de mecanizado, han llevado a una mayor precisión en la producción de los componentes. Como resultado se consiguen productos finales de mayor calidad y con tolerancias más estrechas.
Desde el punto de vista de los clientes, estos se benefician directamente de la mejora en la calidad del producto final. Tolerancias más ajustadas, acabados superficiales mejorados y la capacidad de trabajar con una variedad más amplia de materiales contribuyen a productos finales de mayor calidad. La mayor eficiencia en la producción ha llevado a reducir los tiempos de entrega. Además, la flexibilidad mejorada, incluida la capacidad de producir los prototipos en poco tiempo y los cambios ágiles en la producción, beneficia a los clientes que buscan respuestas rápidas a sus necesidades. Aunque las inversiones en tecnologías avanzadas pueden ser significativas, la mejora en la eficiencia y la reducción de desperdicios pueden conducir a costos competitivos. Los clientes se benefician al obtener productos de alta calidad a precios más competitivos.
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