El informe “Value creation in the metaverse - The real business of the virtual world” de McKinsey & Company examina el surgimiento del metaverso: su historia y características, los factores que impulsan la inversión, cómo consumidores y empresas lo utilizan hoy en día y lo harán en el futuro, su potencial de creación de valor y cómo los líderes y los responsables políticos pueden planificar sus estrategias y acciones a corto plazo. El trabajo comenzó encuestando a más de 3.400 consumidores y directivos sobre la adopción del metaverso, su potencial y cómo puede modificar los comportamientos. También se entrevistó a 13 líderes y expertos en metaverso. El estudio concluye que el metaverso tiene un potencial para generar hasta 5 billones de dólares de valor en 2030.
A medida que la innovación y la disrupción tecnológica están creando una realidad cada vez más digital, McKinsey & Company ha elaborado el informe “Value Creation in the Metaverse” (“Creación de Valor en el Metaverso”), a través del cual se presenta el potencial de esta nueva disciplina en la que convergen el mundo físico y el digital, y en el que se analizan las principales previsiones de futuro.
Uno de los principales hallazgos del estudio revela que el valor del metaverso podría alcanzar los 5 billones de dólares para 2030. Se trata de una tendencia hacia la que cada vez más compañías de todos los sectores están dirigiendo sus inversiones debido a sus potenciales beneficios en el futuro. Tanto es así que, según el informe, el 95% de los líderes empresariales prevén que el metaverso tenga un impacto positivo en sus sectores en un periodo de entre 5 y 10 años, y el 31% asegura que el metaverso cambiará radicalmente la forma de entender y desarrollar la actividad laboral.
“El metaverso representa un punto de inflexión estratégico para las empresas, y presenta una oportunidad significativa para influir en la forma en que vivimos, nos conectamos, aprendemos, innovamos y colaboramos. Nuestra ambición es ayudar a los líderes de las empresas a comprender mejor su poder y potencial, identificar los imperativos estratégicos y actuar como una fuerza para su evolución”, asegura Eric Hazan, socio senior de McKinsey & Company.
El informe, que ha tomado como referencia varias previsiones y análisis exclusivos, así como una encuesta realizada a más de 3.400 consumidores, ejecutivos y expertos en la materia, destaca que el comercio electrónico será la principal fuente de ingresos del metaverso, representando aproximadamente el 50% del valor total para 2030 (2,6 billones de dólares), por delante del aprendizaje virtual (270.000 millones), la publicidad (206.000 millones) y los juegos (125.000 millones).
Una apuesta por el futuro
El auge tecnológico y el cambio de hábitos por parte de los consumidores hacia aspectos cada vez más digitales ha permitido dar un paso más allá en la evolución del concepto de mundo digital, algo que aspira a convertirse en una nueva realidad alternativa a través de la inmersión virtual. Y los continuos avances tecnológicos en la infraestructura necesaria para impulsar el metaverso han propiciado que esta nueva convergencia entre el mundo físico y el digital se haya convertido en una de las grandes apuestas de futuro. De hecho, la inversión total de los primeros meses de 2022 ha superado los 120.000 millones de dólares, dejando atrás los 57.000 millones que se destinaron a esta realidad alternativa a lo largo de todo el año pasado.
“Aunque la idea de conectarse virtualmente lleva décadas gestándose, ahora es cada vez más real, lo que significa que personas reales la utilizan y gastan dinero real, y que las empresas apuestan a lo grande. Sin embargo, este creciente interés ha hecho difícil la separación entre el sueño y la realidad. Merece la pena recordar que, a pesar de que la llegada de Internet provocó la desaparición de decenas de empresas, el concepto evolucionó cada vez más rápido, dando lugar a la realidad que hoy conocemos”, puntualiza Emilio Capela, socio de McKinsey & Company.
De entre los más de 3.000 millones de personas en todo el mundo que ya tienen acceso a sus diferentes versiones, el estudio revela que el 59% de los consumidores prefieren al menos una experiencia en el metaverso antes que en su alternativa física. Además, tal y como reflejan las conclusiones de los consumidores, se prevé que las principales actividades que se llevarán a cabo en el mundo inmersivo pertenezcan al sector del comercio, los juegos y el fitness.
“El metaverso nos ha colocado en la cúspide de la próxima ola de disrupción digital; es transformador. Es probable que tenga un gran impacto en nuestras vidas comerciales y personales, por lo que las empresas, los responsables políticos, los consumidores y los ciudadanos tienen la oportunidad de explorar y comprender todo lo que rodea a este fenómeno, la tecnología que lo sustentará y las ramificaciones que podría tener para nuestras economías y la sociedad en general”, afirma también Emilio Capela.
Estrategia a largo plazo
El metaverso ha brindado a las compañías de todos los sectores la oportunidad de sumarse a la digitalización a través de un concepto innovador que aprovecha las ventajas de la realidad virtual e inmersiva, entre otras, para crear un nuevo ecosistema digital. No obstante, para garantizar que su adaptación sea exitosa, el reto de las empresas reside en desarrollar una estrategia a largo plazo, capaz de identificar las oportunidades y los riesgos propios de esta nueva realidad alternativa.
Las empresas deben decidir su posicionamiento en la curva de adopción del metaverso en base al target de clientes y el papel que juega lo digital en su estrategia general. Además, deben tener claro cómo y dónde conectar, estableciendo qué nuevas experiencias se van a adaptar al mundo virtual. Por último, deben contar con una visión a largo plazo que les permita alcanzar sus objetivos a través de estrategias específicas.
En breve
El objetivo de McKinsey & Company es que el informe ayude a impulsar el diálogo continuo sobre el desarrollo del metaverso, ayudar a los líderes a comprender mejor su poder y potencial, identificar los imperativos estratégicos y actuar como una fuerza para su evolución positiva.
El metaverso aún se está definiendo, tanto de manera literal como figurada. Sin embargo, su potencial para desatar la próxima ola de disrupción digital parece cada vez más evidente, con beneficios en la vida real que ya están emergiendo para los primeros usuarios y empresas. Como se observó en transformaciones tecnológicas anteriores, como el surgimiento de Internet, seguido de las redes sociales, los dispositivos móviles y la nube, las estrategias novedosas pueden convertirse rápidamente en apuestas.
El metaverso tiene potencial para tener impacto en todo, desde el compromiso de los empleados, hasta la experiencia del cliente, las ventas y el marketing omnicanal, la innovación en productos y la creación de comunidades. Analizar su efecto potencial debe formar parte de los debates estratégicos, con líderes que aceleren el análisis de cómo el metaverso podría impulsar un mundo muy diferente en la próxima década. Por supuesto, quedan muchas preguntas por resolver, incluyendo la forma en la que los mundos virtuales se equilibrarán con el mundo físico para garantizar que el metaverso se construya de manera responsable, cómo puede un entorno ser seguro para los consumidores, cuán cerca se alineará con la visión “abierta” de la próxima iteración de Internet, y si la tecnología puede avanzar lo suficientemente rápido como para construir el metaverso de nuestra imaginación.
El informe examina los componentes básicos del metaverso, los flujos de inversión y lo que los impulsa, y cómo está evolucionando el comportamiento de los consumidores y de las empresas, su impacto económico potencial y las acciones que deben tomar en consideración los líderes para capturar valor:
- Continúa habiendo dudas sobre la longevidad y el potencial del metaverso, con una visión extrema que lo considera simplemente una conocida plataforma de juego de poco interés. McKinsey & Company no comparte ese escepticismo y cree que el metaverso tiene el potencial de ser la próxima iteración de Internet. Puede combinar a la perfección nuestras vidas digitales y físicas al presentar una sensación de inmersión, interactividad en tiempo real, agencia de usuarios, interoperabilidad entre plataformas y dispositivos, la capacidad de que miles de personas interactúen simultáneamente y casos de uso que abarcan actividades mucho más allá de los juegos. Pero el ritmo de su desarrollo dependerá de múltiples factores tecnológicos y de la experiencia del usuario, y no se limita a una plataforma, dispositivo o incluso tecnología.
- La pila tecnológica del metaverso tiene cuatro componentes básicos: contenido y experiencias; plataformas (como motores de juegos); infraestructura y hardware (incluyendo dispositivos y redes), y habilitadores (como mecanismos de pago y seguridad). Diez capas abarcan estos componentes, proporcionando los componentes básicos fundamentales en los que se basan todas las experiencias del metaverso. Una pregunta fundamental sobre la evolución futura del metaverso es hasta qué punto se puede avanzar en la interoperabilidad de estos elementos.
- Las grandes empresas de tecnología, capital riesgo (VC), capital privado (PE), start-ups y marcas establecidas buscan capitalizar la oportunidad del metaverso. Las corporaciones, VC y PE ya han invertido más de 120.000 millones de dólares en el metaverso en los primeros cinco meses de 2022, más del doble de los 57.000 millones de dólares invertidos en todo 2021; una gran parte está impulsada por la adquisición prevista por parte de Microsoft de Activision por 69.000 millones de dólares. Las grandes empresas de tecnología son los mayores inversores, y en mucha mayor medida en que lo fueron, por ejemplo, para la inteligencia artificial (IA) en una etapa similar de su evolución. Las industrias que lideran actualmente la adopción del metaverso también planean destinarle una parte significativa de sus presupuestos de inversión digital.
- Múltiples factores son los que están impulsando este entusiasmo por parte de los inversores, incluyendo los continuos avances tecnológicos en la infraestructura necesaria para desarrollar el metaverso; “vientos de cola” demográficos; marketing de marca y un compromiso cada vez más dirigido por el consumidor, y el aumento de la preparación del mercado a medida que los usuarios exploran la actual versión inicial del metaverso impulsada en gran medida por los juegos (con algunos juegos que cuentan con decenas de millones de jugadores activos), con aplicaciones emergentes que abarcan la socialización, el fitness, el comercio o el aprendizaje virtual.
- La encuesta, realizada a más de 3.400 consumidores y directivos, manifestó un entusiasmo significativo en relación del potencial del metaverso. Casi el 60% de los consumidores que utilizan la versión inicial actual del metaverso están entusiasmados con la transición de las actividades cotidianas a este, siendo la conectividad entre las personas el factor principal, seguido del potencial para explorar mundos digitales. Alrededor del 95% de los líderes empresariales prevén que el metaverso tenga un impacto positivo en su industria dentro de 5 o 10 años, y el 61% pronostica que cambiará moderadamente la forma en la que opera su sector. Las industrias con mayor probabilidad de verse afectadas por el metaverso incluyen a consumidores y minoristas, medios de comunicación y telecomunicaciones y atención médica, y dichas industrias también se encuentran entre las que ya están emprendiendo iniciativas de metaverso.
- Si bien las estimaciones del valor económico potencial del metaverso varían ampliamente, la visión de McKinsey & Company sugiere que puede generar un impacto de hasta 5.000 millones de dólares para 2030, equivalente al tamaño de la tercera economía más grande del mundo en la actualidad, Japón. Se perfila como la mayor nueva oportunidad de crecimiento para varios sectores en la próxima década, dado su potencial para habilitar nuevos modelos de negocios, productos y servicios, y actuar como un canal de participación tanto para objetivos de empresa a consumidor como de empresa a empresa.
- El impacto potencial del metaverso varía según el sector, aunque McKinsey & Company cree que tiene consecuencias en todos. Por ejemplo, estima que puede tener un impacto en el mercado de entre 2 y 2,6 billones de dólares en el comercio electrónico para 2030. Del mismo modo, estima que tendrá un impacto de 180.000 a 270.000 millones de dólares en el mercado de aprendizaje académico virtual, un impacto de 144.000 a 206.000 millones en el mercado publicitario y un impacto de 108.000 a 125.000 millones de dólares en el mercado de juegos. Sin embargo, estos efectos pueden manifestarse de maneras muy diferentes a lo largo de la cadena de valor.
- Las empresas que ya aprovechan el metaverso pueden generar ventajas competitivas duraderas. Los líderes empresariales deben desarrollar una postura estratégica definiendo los objetivos del metaverso y el papel que quieren desempeñar; probando, aprendiendo y adoptando, mediante el lanzamiento de actividades iniciales, el seguimiento de los resultados y el análisis del comportamiento del usuario, y preparándose para identificar las capacidades necesarias e incorporar el metaverso en su modelo operativo. También deberían explorar la posibilidad de convertirse ellas mismas en usuarias del metaverso.
- El metaverso también plantea desafíos urgentes que afectan a las empresas, sus empleados, los desarrolladores independientes y los creadores de contenido, los gobiernos y, por supuesto, los consumidores. Será necesario volver a formar a parte de la plantilla para aprovecharla. El metaverso también tiene implicaciones sociales obvias. Diferentes stakeholders deberán definir una hoja de ruta hacia una experiencia de metaverso ética, segura e inclusiva. También pueden ser necesarias pautas en torno a cuestiones que incluyen la privacidad de los datos, la seguridad, la ética y el cumplimiento normativo, la salud y la seguridad físicas, la sostenibilidad y la equidad y la justicia.
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