Una fragancia de madera impregna los almacenes de muebles San Lim en el distrito Tra᾿ng Bom de Vietnam. Sin embargo, pronto cambiarán las cosas. El presidente de la compañía, Tony Sulimro, está decidido a expandir su negocio mudándose al metal y depositando su confianza en Trumpf.
“El año 2015 fue un hito importante”, explica Tony Sulimro. “Nuestros procesos de producción aún eran totalmente caóticos y las máquinas estaban cubiertas constantemente por una gruesa capa de serrín. Sabía que las cosas tenían que cambiar, y ahí fue cuando comencé todo el proceso de cambiar la empresa. Compramos algunas máquinas de alta gama de Alemania, instalamos un sistema de extracción y los resultados fueron notables. Percibimos una mejora significativa en la seguridad y la productividad en nuestras instalaciones, así como también menores tasas de chatarra”.
En relación al cambio en el que se halla inmersa la compañía, Tony Sulimro comenta: “Los muebles de madera siempre ha sido nuestra principal línea de negocio. Pero, en este momento, estamos construyendo una segunda instalación cerca de nuestra planta principal, donde haremos muebles de metal. Cuando buscábamos las máquinas adecuadas para trabajar con metal, nos encontramos con Trumpf”. Y explica el motivo de esta evolución: “Los tiempos están cambiando, y tenemos que cambiar con ellos. Hojea cualquier catálogo de muebles y verás mucho plástico, metal y madera. Queremos aprovechar ese mercado para poder ofrecer a nuestros clientes una gama más amplia de productos en el futuro”.
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