La compañía MACK, con base en Altenmarkt (Austria), ha estado suministrando piezas de plástico de alta gama y ensamblajes a un amplio rango de industrias diferentes desde hace décadas. Uno de los últimos productos es una careta para combatir la COVID-19 que protege los ojos, la nariz y la boca. Se han usado máquinas de moldeo por inyección Wittmann Battenfeld para fabricar los marcos y las correas de este producto.
MACK es un negocio familiar con una larga tradición. La compañía fue adquirida en 1988 por el padre de la actual propietaria y gerente, Stefanie Bettel. La producción se ha llevado a cabo en su actual localización en Altenmarkt desde 1998. El catálogo de productos y servicios va desde fabricación de moldes y moldeo por inyección, hasta el acabado, ensamblaje final y empaquetado de productos.
Aparte de la alta calidad de sus productos, los clientes de la compañía aprecian, por encima de todo, su gran flexibilidad. Para fabricar sus productos plásticos, MACK utiliza un total de 18 máquinas de inyección desde 220 hasta 1.800 kN de fuerza de cierre, de las cuales 15 son Wittmann Battenfeld. Los materiales transformados son plásticos de ingeniería de alta gama que incluyen variedades termosensibles y biodegradables.
MACK suministra sus productos a diferentes industrias, primeramente en Austria, pero también fuera de sus fronteras, como firmas de tecnología de jardinería, por ejemplo con piezas para cortacésped y sierras eléctricas, industrias de mobiliario y construcción, el comercio mayorista y minorista, así como un amplio rango de sectores de tecnología médica.
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