Seis sigma es una metodología eficaz para lograr cero defectos, aunque su implantación es lenta y de momento ha llegado solo a unas pocas empresas. Sin embargo algunos sectores, como el de la automoción, siempre han tenido a su alcance otras metodologías como APQP (Advanced Product Quality Planning -planificación Avanzada de la Calidad) y Lean Manufacturing, metodologías que han demostrado su eficacia en lograr cero defectos con unos costes bajos de fabricación.
Las empresas con productos fiables, sin defectos y a un precio competitivo, (como algunas marcas de automóviles japonesas) siempre han usado las metodologías de APQP y Lean Manufacturing, similares a las que exige el modelo de gestión de la calidad TS16949.
Este artículo tiene como objetivo invitar a las empresas, que no puedan utilizar aún las iniciativas de Seis Sigma, a usar las herramientas que ya tienen a su disposición con más eficacia. Después de todo, la metodología Seis Sigma usa las mismas herramientas de siempre.
¿Por qué cero defectos?
Las causas por las que productos defectuosos pueden llegar al mercado son:
• Que el producto no esté diseñado correctamente. El diseño no ha tenido en cuenta todas las condiciones de uso del producto, las necesidades del usuario, o la durabilidad que espera el usuario en condiciones normales de uso. Cuando hay defectos en el diseño, todos los usuarios del producto sufrirán la mala calidad y por lo tanto, el fabricante no solo tendrá pérdidas a corto plazo sino que su marca comercial también resultará perjudicada a largo plazo. Los defectos de diseño pueden ser una ruina para un fabricante.
• Defecto de fabricación. Aunque el producto estuviera bien diseñado, uno o varios lotes de fabricación con productos defectuosos llegan a manos de los usuarios. En este caso, solo los usuarios desafortunados reciben los productos defectuosos.
Los defectos de fabricación igual que los de diseño también pueden suponer un alto coste de rechazos internos/ externos y retrabajos, además de la desconfianza que los usuarios generan contra la marca del fabricante.
¿Cómo se logra el cero defectos?
Hoy en día, la mayoría de las empresas tienen planes de control adecuados para detectar los productos defectuosos y así poder rechazarlos antes de que lleguen a sus clientes. El enfoque básico de “cero defectos” no es la detección, sino la prevención, porque si una empresa ha fabricado un producto defectuoso, este coste se repercutirá en el usuario final.
Las metodologías de APQP y Seis Sigma ayudan a desarrollar productos y procesos que no generen rechazos internos ni retrabajos.
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