En las siguientes páginas de recogen las aportaciones de uno de nuestros expertos sobre presente y futuro sobre uno de los sectores con mayor tradición en nuestro país: el molde y la matriz. Además de repasar la potencialidad del sector en dificultades, se comentan los productos demandados, los procesos de fabricación, el equipamiento más adecuado (máquinas, herramientas, sistemas de medición…), estrategias de producción (tamaño, calidad, acabado, diseño y programación) y principales tendencias.
Situación actual difícil
La situación actual del sector del molde y matricería se puede clasificar como de crisis. El sector del molde ha sido tradicionalmente un sector fuerte dentro de los fabricantes de componentes y que tradicionalmente se ha compuesto por un gran número de pequeñas empresas (la mayoría de pocas decenas de trabajadores) y que con un know-how propio y mucho esfuerzo han sacado adelante la producción. Sin embargo, desde hace algunos años ha sufrido una presión muy fuerte por parte de países de bajo coste, y muchas de estas empresas dedicadas a la fabricación de pequeñas matrices o moldes para inyección de plástico de piezas de juguetes, útiles de cocina, etc. no han podido soportar la presión y se han visto obligadas a cambiar de producto o directamente cerrar. La crisis del 2008 no ha sido más que otro agravante a esta situación, sumándose a la crisis propia que traía consigo el sector del molde.
Así, se trata de un sector que ha ido perdiendo peso relativo si lo comparamos con cifras de hace cinco o diez años. Por otro lado, también hay moldistas que en esta situación de crisis, han sabido encontrar su nicho y que han mantenido e incluso incrementado su producción. La tendencia muestra que los moldistas y matriceros capaces de afrontar proyectos complejos (útiles de conformado de chapa en caliente, moldes para piezas de plástico texturizada…) van a ir a más. Aquí también se incluye a las empresas capaces de aplicar técnicas de ingeniería concurrente en sus proyectos y poder trabajar así directamente con grandes clientes como la automoción, línea blanca, etc.
El producto demandado
La industria del molde que permanece en Europa, EE.UU. o Japón está sufriendo las mismas tendencias que los fabricantes de otros componentes, como mayor flexibilidad a los moldes, menor plazo de entrega, mayor complejidad... Por ejemplo, se suele demandar un útil que puede ser ajustado en varias máquinas del cliente, en función de la demanda que tenga en ese momento. Por otro lado, cada vez se demandan productos más complejos y con una labor de ingeniería más fuerte. De hecho, las tareas de ingeniería y diseño han ido cogiendo más peso durante los últimos años.
En este sentido, sí se observa una tendencia de los clientes a demandar un servicio completo, en vez de “una pieza”. Así, cada vez se valora más por parte de los clientes el recibir una solución completa de fabricación de una pieza por parte del moldista o matricero. Esta solución, no solo afecta a la fabricación del molde, ni a la propia pieza, sino que puede abarcar cambios de diseño, nuevas soluciones de montaje en el conjunto final, etc. De hecho, los moldistas y matriceros cada vez reciben más pedidos de módulos de varias piezas que de piezas unitarias. Esto obliga a diseñar no solo los moldes sino otros elementos para el ensamblado de piezas, soldaduras en piezas metálicas, clipajes con piezas de plástico, etc.
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