“Los métodos de Inteligencia Artificial (IA) y las máquinas autónomas se están convirtiendo en parte de nuestra vida cotidiana, en el reconocimiento facial, el reconocimiento de voz en teléfonos móviles, la traducción automática o la conducción autónoma”, afirma Sebastian Risi, profesor asociado de la Universidad de TI de Copenhague (Dinamarca) y ponente en el último simposio de rectificado de United Grinding Group, representado en España por Siaisa.
Las máquinas ya pueden superar a los humanos en muchos ámbitos, como el ajedrez o incluso el póquer. Sin embargo, estos sistemas aún palidecen en comparación con incluso la inteligencia biológica simple, que puede aprender, evolucionar y adaptarse a experiencias imprevistas. Los sistemas actuales de aprendizaje automático solo pueden abordar las situaciones para las que han sido entrenados por adelantado; durante la ejecución no pueden adaptarse a situaciones inesperadas, que no fueron previstas por el diseñador, lo que limita enormemente su autonomía. Además, mientras los organismos vivos se adaptan y evolucionan para sobrevivir, las máquinas actuales son estáticas, las órdenes son menos autónomas, están especializadas para realizar solo un conjunto de funciones muy limitadas y fijas, y aún están planeadas y diseñadas por equipos de ingenieros de manera laboriosa.
Robots ribosómicos
“Hemos desarrollado un novedoso sistema de impresión 1D que utiliza un enfoque inspirado en el ribosoma para fabricar una variedad de morfologías robóticas especializadas a partir de una sola cadena de material de origen”, explica Sebastian Risi.
Para poder ver el contenido completo tienes que estar suscrito. El contenido completo para suscriptores incluye informes y artículos en profundidad