La aprobación del Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR) marcará un antes y un después en la gestión y el diseño de los envases en el sector cosmético. La normativa establece nuevas obligaciones en materia de reciclabilidad, reducción de envases y contenido mínimo de material reciclado, con plazos de aplicación que se extienden hasta 2040.
Ainia analizó recientemente estos cambios en un webinar especializado, en el que se abordaron los principales retos y oportunidades que la normativa plantea para las empresas del sector cosmético.
Un marco normativo que prioriza envases más sostenibles
“El Reglamento 40/2025 supone un cambio significativo en la regulación de los envases y residuos de envases. Más allá de establecer un marco legal claro, su objetivo es garantizar que los envases sean más sostenibles, seguros y reciclables. Pero no basta con que el reglamento esté aprobado; aún queda mucho desarrollo normativo por delante, ya que muchas de las disposiciones necesitarán actos delegados para su correcta aplicación. Por eso, es clave que las empresas empiecen a analizar su impacto y trabajen en su adaptación desde ahora”, explicó José María Ferrer, responsable del área de Legislación de Ainia.
El reglamento introduce criterios de ecodiseño, incluyendo la optimización de materiales, la reducción de envases superfluos y la mejora de la reciclabilidad. En este sentido, uno de los cambios más relevantes para el sector cosmético será la limitación de los envases de un solo uso en hoteles, como botellas de champú o cremas de manos, que deberán ser sustituidas por formatos reutilizables. También se establecen restricciones a ciertos materiales y nuevas exigencias en el etiquetado para mejorar la información al consumidor.
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