El comienzo de la crisis de COVID-19 planteó un reto a los canales habituales de producción y distribución de dispositivos médicos. Debido a la amplitud de la demanda, los proveedores convencionales de estos equipos esenciales no pudieron proporcionar soluciones inmediatas a los hospitales.
En medio de esta interrupción significativa en la cadena de suministro, la comunidad de fabricación aditiva intensificó y ayudó a cubrir esta demanda excedente, brindando acceso a equipos y otros servicios. Dado que la rapidez es una de las principales prioridades para los hospitales que esperan suministros, la industria de fabricación aditiva ha demostrado estar en una posición única para fabricar rápidamente equipos médicos y de protección personal como ventiladores.
En la fase dos de la lucha contra la crisis de COVID-19, el sector de la fabricación aditiva podría continuar desempeñando un papel importante en la cobertura de la alta demanda de equipos y pruebas de protección personal; en particular:
- La fabricación de bastoncillos se puede modernizar fácilmente con la utilización de impresoras 3D, lo que, en ciertos casos, permite la producción de hasta 5.000 bastoncillos al día.
- Desarrollo de nuevas soluciones para evitar la propagación del virus (producción de protectores faciales, adaptadores de mascarillas, abridores de puertas “manos libres”, etc.).
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