Indestructible, versátil y rentable: el cloruro de polivinilo (PVC) es uno de los plásticos más antiguos y habituales. Se están discutiendo prohibiciones sobre el PVC por razones medioambientales y de salud. Sin embargo, el material vuelve a cobrar atractivo hoy en día, ya que se fabrica a partir de subproductos de la industria química y la sal común, y no solo del petróleo crudo. Hasta ahora, al menos, su éxito no se ha decaído: el PVC es el termoplástico más vendido, junto con el polietileno y el polipropileno. El último estudio de mercado de Ceresana sobre el cloruro de polivinilo, que ya va por la séptima edición, prevé que la demanda de PVC siga creciendo y alcance los 57,7 millones de toneladas en todo el mundo en 2031.
¿Se está volviendo el PVC respetuoso con el medio ambiente?
El PVC flexible, que contiene grandes cantidades de plastificantes, es especialmente controvertido porque pueden liberarse sustancias químicas tóxicas y metales pesados durante la producción, el uso y la eliminación. Sin embargo, hay avances en el reciclaje de PVC: en Europa, ya se reciclan cada año más de 810 000 t, lo que supone más de una cuarta parte de todos los residuos de PVC. Esto significa que la tasa de reciclaje del PVC es mejor que la de otros plásticos. En respuesta a la Estrategia sobre Productos Químicos y al Plan de Acción de Economía Circular de la Unión Europea, los fabricantes y transformadores de PVC, plastificantes y estabilizadores de la UE, Noruega, Suiza y el Reino Unido han adquirido un compromiso de manera voluntaria: la iniciativa “VinylPlus” está diseñada para mejorar el reciclaje y, en general, el desempeño medioambiental del PVC. Con calidades de PVC de base biológica y aditivos de base biológica hechos de materias primas renovables, los proveedores de PVC quieren beneficiarse del auge de los bioplásticos.
La industria de la construcción, el principal cliente
Con una cuota de mercado de alrededor del 60%, el sector de la construcción es la industria usuaria más importante para el PVC y se prevé que siga siéndolo en el futuro. En el sector de la construcción, el PVC se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde suelos hasta paneles para tejados, desde marcos de ventanas y puertas, hasta cables y revestimientos de cables, anclajes y fijaciones. Los productos de PVC más importantes son los tubos y las tuberías, que representan más del 37% de la demanda total de PVC. Le siguen los perfiles, con el 20,1%, y los films y las láminas, con el 18,1%. En 2021, se transformaron más de 7,3 millones de toneladas de PVC en tuberías de aguas residuales en todo el mundo; el mercado de tuberías de PVC para agua potable y para aplicaciones industriales es algo menor. En comparación con el hormigón o el metal, las tuberías de PVC son mucho más ligeras y el PVC también destaca por su resistencia a la corrosión y su insensibilidad a los rayos UV, el cloro y el ozono.
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