En la ceremonia final de Conama 2014, en la que también participaron Sonia Castañeda, directora de la Fundación Biodiversidad; Joaquín Araújo, naturalista y periodista, y Roberto Ruiz Robles, presidente de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), se realizaron diferentes distinciones.
En primer lugar, se anunciaron los proyectos para una economía baja en carbono más votados por los ponentes. La iniciativa que recibió más apoyos durante el congreso fue Wee Trace, un sistema piloto para el seguimiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos con tecnologías avanzadas. El segundo más votado fue la central hidroeólica de El Hierro, un proyecto que lleva construyéndose desde hace tres décadas y se inauguró justo este año 2014. Y el tercero fue el Centro de Educación Ambiental de As Corcerizas, que ya fue uno de los premios Conama a la Sostenibilidad de Pequeños y Medianos Municipios.
A continuación, se anunció el proyecto emprendedor al que se dará el dinero normalmente destinado a obsequios para los ponentes.
Como ya se hiciera en la edición anterior, fueron los propios ponentes los que eligieron el ganador entre tres finalistas de los premios de la Red Emprendeverde, de la Fundación Biodiversidad del Magrama. El proyecto al que irán destinados los 3.000 euros de Conama 2014 es Metrica6, una empresa que ha patentado un sistema de ahorro en el hogar que permite no tener que dejar correr el agua de grifo para que salga caliente.
“Aquí hablamos todos el mismo idioma, pero cuando salimos de este ecosistema necesitamos traductores”, incidió tras la entrega del premio Sonia Castañeda. “El reto es salir de nuestra zona de confort y romper esas fronteras”.
Finalmente, se entregaron los premios ConamaChef a las mejores recetas participantes en este concurso de ecología y gastronomía lanzado por el grupo de trabajo de Redes Sociales de Conama 2014. El primer premio fue para “Coca de trigo forment con rebozuelos, acelgas y anguila ahumada”, de Xavier Fabra. Y los dos segundos para “Boronía”, de Natalia Elena e Isabel Alguacil, y “Tortilla de patatas”, de Eduardo Jesús Ferrando.
“Comer puede ser un instrumento para conservar la naturaleza”, destacó Joaquín Araújo, que reivindicó en la clausura “recetas para no devorar el mundo”. “Estamos intentando, literalmente, una forma de estar en el mundo diferente, y eso requiere un gran esfuerzo”, comentó el naturalista y agricultor.
Por su parte, el presidente de Conama, Gonzalo Echagüe, aludió al gran impacto del congreso en redes sociales, donde el hashtag #Conama2014 fue tendencia el lunes y miércoles. “Tenemos que conseguir que la sostenibilidad sea trending topic para políticos, empresarios y toda la sociedad en general”, ironizó.
Los ciudadanos experimentan con la ciudad
Huertos urbanos, recuperación de edificios desocupados, rediseño de plazas… los ciudadanos quieren otra ciudad y exploran con nuevas iniciativas, que se dieron a conocer en la sesión técnica “Innovación Social en la ciudad” de Conama 2014.
Las “Mesas de Citykitchen” son uno de los proyectos más dinámicos en Madrid. ¿Qué hay tras un nombre tan vanguardista? “Imagínate que tienes dos amigos que se conocen poco y no se llevan muy bien; Citykitchen sería la fiesta que has organizado para que se conozcan mejor porque sabes que descubrirán lo que tienen en común y saldrán cosas buenas”, ilustra con pasión Pablo Llobera, miembro de esta iniciativa.
Uno de esos amigos son los ciudadanos y el otro el Ayuntamiento. Pero en Citykitchen insisten en que no se trata de un canal típico de diálogo entre una asociación vecinal y un representante del consistorio, sino de un espacio de participación abierto, en el que todos aportan y reciben conocimientos, incluidos los técnicos municipales. “Todavía está en construcción”, reconoce Pablo Llobera, pero exhibe orgullo al explicar que “se ha creado el clima de confianza para avanzar. Entre todos veremos hacia dónde”.
La “Red de Huertos de Madrid”, con la que vecinos de la capital han reconvertido con sus manos solares baldíos en vergeles, es un ejemplo práctico del funcionamiento de las “Mesas de Citykitchen”: la red ya existía, pero dentro de las “Mesas” han encontrado el espacio para entenderse con el Ayuntamiento, después de una fase de desencuentro en el que alguno de estos huertos alegales ha llegado a ser desmantelado.
Por esta mesa pasan y siguen pasando otros proyectos en marcha, como el del colectivo de arquitectura Basurama. Este replica a su vez buena parte de la filosofía de Citykitchen, sirviendo de plataforma y apoyo para transformación de barrios, como ha hecho con el madrileño San Cristóbal de Los Ángeles, en donde los vecinos han creado un escenario, un cine y zonas de estancia en un espacio degradado bajo un puente.
¿Es Citykitchen un contenedor de iniciativas? “No, es mucho más, es una oportunidad pedagógica, el germen para repensar la ciudad entre todos”.
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