La demanda de materiales para etiquetas autoadhesivas en Europa ascendió a 5.780 millones de metros cuadrados en 2012, lo que supone un incremento del 1,7% en comparación con 2011. Con una cuota de mercado de alrededor del 45%, las etiquetas autoadhesivas consolidan su liderazgo en el sector europeo del etiquetado, por delante de las de encolado en frío (40%), las fundas (7%), las etiquetas en molde (3%) y otras tecnologías (5%).
No obstante, el patrón de crecimiento del 5% anual que experimentó el sector hasta mediados de la década pasada ha desaparecido. Es evidente que la industria del etiquetado no es ajena a las crisis financiera y económica internacionales. Pero no es la única razón: el consumo en Europa occidental ha alcanzado un estadio de madurez, lo que implica que la demanda de etiquetas autoadhesivas se ha vuelto más sensible a la volatilidad de la conducta de los consumidores. Sin embargo, hay dos factores que hacen de contrapeso a esta situación: las innovaciones en las etiquetas fabricadas con film y los progresos constantes en Europa del Este siguen ofreciendo potencial para el crecimiento.
En retrospectiva
2012 fue un año de referencia para la industria europea del etiquetado autoadhesivo. El consumo total de etiquetas en 2012 (5.780 millones de m2) supone el doble de la cifra aproximada de 2.840 millones publicada por el EPSMA de 1996, el año a partir del cual se manejan datos. No obstante, el sector tardó unos siete años en llegar a la mitad de esa cifra, y de 2003 en adelante (primer año de publicación de las estadísticas de Finat), el resto del crecimiento conllevó casi diez años.
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