En el ámbito industrial, las empresas suelen tener dudas acerca de la durabilidad de los cables en aplicaciones con movimiento. No obstante, igus ofrece una solución. Hace una década, esta empresa con sede en Colonia (Alemania) introdujo una garantía de 36 meses para su gama de cables chainflex. Ahora, tras varios años de experiencias positivas y en respuesta a la creciente demanda de los clientes, ha ampliado el plazo de garantía en otros 12 meses de forma permanente. El laboratorio de ensayos situado en la sede central de la empresa lo ha hecho posible.
¿Quién no se ha quedado sin batería en el móvil en alguna ocasión? Sin un cargador a mano, en poco tiempo el teléfono se apaga. Sin embargo, la verdadera frustración surge cuando, al rebuscar en la mochila, se encuentra el cargador, pero el cable está roto. Para evitar esta situación, hoy en día la mayoría de los smartphones disponen de una interfaz USB-C compatible con prácticamente cualquier cable.
Por lo contrario, en la industria, los cables están diseñados para resistir considerables niveles de tensión. Si se dañan, la maquinaria se detiene, lo que puede provocar un impacto económico considerable en toda la planta de producción. Además, los usuarios no pueden estar seguros de cuánto durará realmente un cable. ¿Se puede esperar que falle al cabo de un año, o durará la solución muchos años más? Igus identificó este problema y hace diez años introdujo una garantía de hasta 36 meses para sus cables chainflex altamente flexibles, una medida que permite a los clientes una planificación más fiable.
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