Los ingenieros de igus han empezado a utilizar una tecnología sencilla para el aprovechamiento del calor en las fábricas. Consiste en utilizar el agua residual de refrigeración de las máquinas para aportar calor a las naves industriales, lo que permite ahorrar en la factura de gas y reducir las emisiones de CO2. Para que otras empresas puedan beneficiarse de esta tecnología, igus ha dispuesto todos los detalles en su página web (www.igus.eu/info/heating-concept), a disposición de todo el mundo. Si se implementara en todas las máquinas de inyección a nivel mundial, se podrían llegar a reducir más de un millón de toneladas de CO2 y 548 millones de metros cúbicos de gas.
El precio del gas se encuentra al alza y el cambio climático avanza imparable, por lo que es hora de actuar. En el caso de igus, el fabricante alemán ya avanza hacia el objetivo de una producción neutra en carbono en 2025. Para ello, tres ingenieros se han puesto manos a la obra para que sea innecesario el uso de combustibles fósiles durante la producción. Realizaron ensayos con intercambiadores de calor de un coche y ventiladores de un ordenador. Poco a poco, fueron obteniendo buenos resultados y aumentando el alcance del sistema hasta que, al cabo de seis meses, desarrollaron la nueva tecnología, denominada MHRS (Sistema de Recuperación del Calor de las Máquinas), la cual logró calentar una de las grandes naves de la sede de igus en Colonia (Alemania) utilizando el calor residual de las máquinas de inyección. En función de las necesidades de calefacción, el MHRS dirige los flujos de agua caliente del circuito de refrigeración directamente a los aerotermos y, al mismo tiempo, garantiza que las máquinas no se sobrecalienten. A medida que se extrae el calor del agua, que pasa por el calentador del ventilador, disminuye la demanda de refrigeración de la torre de refrigeración. De esta forma, se requiere menos energía eléctrica para la refrigeración y se prescinde del uso de la anterior calefacción de gas. Además, las temperaturas fluctuantes del circuito de refrigeración pueden ajustarse de forma variable mediante el sistema.
El MHRS no requiere desvíos a través de una costosa bomba de calor ni intercambiadores de calor, lo que provocaría pérdidas de temperatura. igus también está reduciendo gradualmente la energía del aire comprimido para minimizar los costes energéticos. “Este sistema de calefacción interno nos permitirá reducir el consumo de gas a cero en el futuro. Además, requiere menos energía eléctrica para la refrigeración. De esta forma, no solo ahorramos costes, sino que también reducimos las emisiones de CO2 y contribuimos a la protección del medio ambiente”, afirma Frank Blase, CEO de igus.
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