Los componentes de KTR están impulsando el desarrollo de máquinas de alto rendimiento y superando los límites de lo que era posible.
En la cima de la montaña más alta de Alemania, el Zugspitze, la falta de oxígeno ayuda a perder peso. Alrededor de medio millón de visitantes consiguen alcanzar la cima cada año, por ejemplo con el ferrocarril de cremallera y el teleférico del glaciar y, desde el 21 de diciembre de 2017, también con el teleférico. Fue en esa fecha cuando el nuevo teleférico de Zugspitze comenzó a funcionar hasta la cima más alta de Alemania y, con ello, logró batir tres récords mundiales.
Dos cabinas de gran capacidad, ambas con piso de vidrio, transportan hasta 580 personas cada hora hasta la cima de la montaña, brindando a los visitantes una impresionante vista de la montaña y el valle y una visión de futuro durante el trayecto de diez minutos de duración.
En el trayecto, los visitantes pasan por un único poste de soporte de acero para el teleférico, el más alto del mundo, con 127 m, y también experimentan la mayor diferencia de altura, de 1.945 m, dentro de un tramo, así como 3.213 m de cable sin soporte, el más largo del mundo. Todos ellos representan récords mundiales.
Se utilizan cables gemelos para suspender cada cabina del nuevo teleférico de Zugspitze. Y cada uno de los cuatro cables tiene una longitud de 4,6 km, un diámetro de 72 mm y un peso de 153 t.
“Para tirar de las cuerdas de suspensión montaña arriba, tuvimos que desarrollar un sistema especial de tracción de cuerdas. En cualquier caso, la logística en la montaña fue un aspecto clave en este proyecto”, explica Markus Reichmuth, Project manager del teleférico de Zugspitze en Doppelmayr/Garaventa-Group.
Para poder ver el contenido completo tienes que estar suscrito. El contenido completo para suscriptores incluye informes y artículos en profundidad