La empresa italiana Omas S.p.a. se ha convertido en un auténtico faro en términos de digitalización. Actualmente, en su lista de deseos ocupa un lugar destacado una carretilla elevadora autopropulsada.
Un poco de historia
El padre de Marco Grilli y otros tres miembros fundadores crearon la compañía en 1966, inicialmente para fabricar piezas para acordeones. En 1985, después de dos años trabajando en ventas en una empresa multinacional de vidrio, Marco Grilli llegó a un acuerdo con su padre para trabajar en Omas S.p.a. durante 6 meses. Han pasado 33 años y aún sigue allí, pero ahora está firmemente consolidado al frente de la empresa. Y, si le preguntaran qué lo llevó adonde está ahora, lo más probable es que dijera: los cambios.
Marco Grilli estaba decidido a que la compañía se expandiese a otros sectores, en lugar de centrarse únicamente en los instrumentos musicales. También comenzó a invertir en nuevas tecnologías y adquirió la primera punzonadora de la compañía. Este fue una decisión audaz para un negocio que, en ese momento, tenía una facturación de solo 500.000 euros al año. Pero la disposición de Marco Grilli por afianzar el cambio dio finalmente sus frutos. Gradualmente, su base de clientes se amplió para incluir no solo a clientes locales, sino también a compañías internacionales, incluyendo el Grupo Fiat.
Inicialmente, Omas S.p.a. fabricaba piezas pequeñas y sencillas, y sería necesario otro gran cambio para que la empresa evolucionase. Al invertir en nuevos sistemas y en la formación del personal, la compañía pronto tuvo capacidad para fabricar piezas más grandes y complejas.
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