En su condición de socio colaborador, KraussMaffei ha patrocinado un proyecto conjunto de cooperación financiado por el Ministerio Federal de Economía y Energía de Alemania (BMWi). El objetivo común de los socios del proyecto era desarrollar una cadena completa de valor añadido para la espuma fenólica rígida termoestable, empezando por la producción, pasando por la planificación, la construcción y la explotación, hasta el reciclaje del material. Los productos de espuma rígida, altamente innovadores, son ideales para su uso como componentes complejos y aislantes en el sector de la construcción; por ejemplo, para el montaje de módulos solares o sistemas de aire acondicionado en los tejados o para la instalación de ventanas, barandillas o cubiertas en la fachada de los edificios. KraussMaffei | Extrusión es representada en España y Portugal por Coscollola.
En el marco de este proyecto, la división de extrusión de KraussMaffei consiguió adaptar realmente la formulación del compuesto fenólico y el control del proceso con el fin de poder fabricar paneles de baja densidad, de alta estabilidad mecánica, con baja conductividad térmica y gran resistencia al fuego, con una extrusora de doble husillo corrotante. “Las excelentes propiedades ignífugas de los nuevos paneles de espuma termoestable son realmente algo muy extraordinario”, declara Andreas Madle, ingeniero de procesos de la división de desarrollo de ingeniería de procesos y director de proyectos de KraussMaffei. Incluso sin la utilización de retardantes de llama, el nuevo material es extremadamente resistente al fuego y, por lo tanto, está clasificado como clase de protección contra incendios B1.
La extrusora de doble husillo de configuración optimizada mantiene la reticulación bajo control
Para la producción de las planchas de espuma de 50 mm de grosor, se utilizó la extrusora de doble husillo ZE 42 BluePower disponible en el centro de I+D de KraussMaffei en Hannover (Alemania). En lo que respecta a las particularidades de la ingeniería de procesos, esta extrusora se adaptó con absoluta precisión a los requisitos del material procesado.
“El reto consistía en mantener bajo control el proceso de reticulación en la extrusora y evitar la formación de puntos muertos”, afirma Andreas Madle. Este reto se ha conseguido gracias a una geometría de husillo de bajo cizallamiento, a unas temperaturas de procesamiento moderadas que oscilan entre los 100 y los 120 °C y a la selección de una punta de husillo que destaca por un volumen libre extremadamente reducido. El producto final es una espuma termoestable con una densidad de alrededor de 800 kg/m3 y una buena conductividad térmica de 0,12 W/mK.
“Somos muy conscientes de que nuestra espuma es bastante pesada en comparación con la espuma termoplástica como el EPS, que puede alcanzar densidades inferiores a 30 kg/m3”, afirma Andreas Madle, que añade: “Sin embargo, estos dos productos de espuma no son realmente comparables, ya que sus campos de aplicación son completamente diferentes. De hecho, la nueva espuma está pensada, entre otras cosas, como material aislante para aplicaciones con carga, y la mayor estabilidad mecánica que requiere exige inevitablemente una mayor densidad”. Además, el ingeniero de procesos está convencido de que los futuros proyectos de investigación y desarrollo permitirán reducir aún más la densidad de la espuma de resina fenólica.
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