Las características de los aceites hidráulicos, su comportamiento y cómo realizar un correcto mantenimiento de los mismos para evitar consecuencias negativas que se traducen en incremento de costes suponen un asunto clave en la industria. Si bien es cierto que existen diferentes tipos de aceites en las diferentes actividades productivas e industriales, son el aceite hidráulico y sus diversas variantes, los más empleados.
El 75% de los fallos en sistemas hidráulicos y de lubricación están ocasionados por la contaminación del aceite. Por ello, un aceite en condiciones óptimas garantiza el correcto funcionamiento del sistema, y el nivel de limpieza de los sistemas hidráulicos y su control tienen como consecuencia un ahorro sustancial de costes productivos.
Industrias de aplicación
Algunas de las principales industrias en las que los sistemas hidráulicos forman parte de los procesos productivos son las acerías, centrales eólicas, inyección de plásticos, maquinaria de papel, prensas hidráulicas, bancos de ensayo, sector aeronáutico, etc. Los principales tipos de aceites empleados, en función de las necesidades concretas de cada una, pueden ser:
- Aceites hidráulicos.
- Aceites térmicos.
- Aceites dieléctricos.
- Aceites de lubricación.
- Skydrol®.
Durante los últimos tiempos, ha venido cobrando mayor importancia una necesidad creciente de realizar controles más estrictos en el nivel de contaminación de los aceites hidráulicos, por tres principales razones:
- Ahorrar costes derivados del consumo energético y de averías.
- Reducir los tiempos de mantenimiento.
- Ayudar a conservar el medio ambiente (la gestión de contaminantes y residuos se optimiza).
Por tanto, resulta absolutamente necesario el análisis, control y monitorización del estado del aceite y su nivel de contaminantes.
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