Se entiende por servicios públicos las actividades, entidades u órganos públicos o privados con personalidad jurídica creados por Constitución o por ley, para dar satisfacción en forma regular y continua a cierta categoría de necesidades de interés general, bien en forma directa, mediante concesionario o a través de cualquier otro medio legal con sujeción a un régimen de Derecho Público o Privado, según corresponda. Medio Ambiente, por su parte, incluye conceptos como la calidad del aire, agua y suelo, gestión de residuos, protección de los ecosistemas y los recursos naturales, tanto bióticos como abióticos.
El estudio de prospectiva sobre medio ambiente y los servicios públicos de Fecyt y Fundación Opti abarca sólo la gestión del agua y los residuos y su objetivo es identificar las tendencias en los servicios públicos y medio ambiente en los próximos 10-15 años.
La actual legislación y política ambiental, especialmente aquella relacionada con la sostenibilidad y el cambio climático, implica una mayor interrelación e intervención de la Administración Pública en general y en la gestión de los servicios públicos en particular. En la concepción de estas políticas, el consumidor es parte implicada y responsable. Por otra parte, las entidades que se ocupan de prestar los servicios públicos son múltiples y de diferente tipología, aunque tenga como denominador común que presta un servicio al ciudadano.
El alcance del estudio está limitado por las siguientes cuestiones: se trata de un estudio de prospectiva de tipo cualitativo, razón por la cual no se utilizan series estadísticas ni modelos cuantitativos; el horizonte temporal abarcado comprende entre diez y quince años, y el estudio no pretende convertirse en un documento de cabecera para la formulación de estrategias y políticas, sino simplemente es una reflexión sobre el futuro de los servicios públicos y el medio ambiente.
Factores clave
El estudio parte de la identificación de los factores clave que definen las interrelaciones entre la política ambiental, la gestión de los servicios públicos y el ciudadano. Estos factores fundamentales se definen como:
- Entorno: factores externos que condicionan al servicio (tecnológico, económico, geopolítico, social, legislativo y climático).
- Gestión: factores relacionados con la prestación del servicio (modelo de gestión, atribución de competencias).
- Mercado: factores que influyen en la relación con los clientes (distribución y cobertura, servicios ofertados, consumidor final).
Entorno
Tecnológico
La incorporación de desarrollos tecnológicos permite mejorar la calidad del servicio público, cumplir la normativa y satisfacer la demanda de los ciudadanos.
El desarrollo tecnológico tiene lugar en dos ámbitos con dos enfoques fundamentalmente diferentes:
1. Tecnología al servicio del gestor. La tecnificación del Servicio Público:
– En materia de agua, ello significa avanzar en tecnologías de depuración cada vez más complejas, con el fin de eliminar nutrientes, micro y nanocontaminantes y sustancias traza (medicamentos, disruptores endocrinos).
– En materia de residuos, se trata de concentrar los esfuerzos en mejorar la eficacia de las plantas de clasificación y tratamiento de residuos.
2. Tecnología orientada a la gestión sostenible. Comprometer e involucrar al mercado:
– En materia de agua, ello significa diferenciar fracciones de aguas residuales para su tratamiento y reutilización.
– En materia de residuos, se trata de implicar a la población en la compra verde y la separación en origen.
Económico
Otro aspecto fundamental es el económico, que está relacionado con la disposición de pagar por el valor del producto/servicio. Existe una tendencia a reconocer que el valor y el coste de las cosas no están sintonizados, y se introduce el concepto del precio de escasez. Esto se refleja claramente en el caso del agua, donde su precio no refleja costes/beneficios sociales y ambientales (agotamiento de recursos, energía, contribución en la lucha contra el cambio climático), aunque también en el campo de los residuos, donde la tasa de basuras (si se aplica) no cubre el coste de la gestión.
Geopolítico
Se observa una mayor conciencia de la escasez de recursos esenciales como la energía y los recursos naturales y minerales. Ello se refleja en orientaciones políticas, como promover el uso de energías renovables, reducir el consumo de recursos o promover la reutilización.
Otra faceta es el papel de Europa como sociedad del conocimiento, mientras el sudeste asiático se convierte en el centro industrial/productivo.
Ello implica un cambio en los servicios públicos demandados (especialmente energía o telecomunicaciones), reclamando una mayor calidad del servicio.
Político
La gestión de los servicios públicos es muy sensible a los vaivenes de la política. En la gestión intervienen algunos parámetros como:
– Política económica y social del país (liberalsocialista).
– Modelo de estado (centralista, federal/autonómico, descentralizado).
– Aplicar o no el criterio de responsabilidad del ciudadano, es decir implicar o no al ciudadano en la gestión de los servicios públicos.
Estos criterios definen como evolucionará la gestión de los servicios públicos.
Social
En este apartado, influyen aspectos como:
– Tamaño y distribución de la población.
– Nivel sociocultural de la población.
– Nivel de formación y concienciación ciudadana respecto a los temas ambientales.
La formación y concienciación ciudadana está directamente relacionada con la presión ambiental.
Para la gestión de los servicios públicos, y en especial para la relación con sus clientes, se deben de distinguir dos tipos de presión ambiental:
1. La presión que percibe directamente el público y le puede inducir a reconocer la necesidad de efectuar cambios (escasez de agua, mala calidad del aire, incremento del precio del petróleo).
2. La presión de la que el público percibe el resultado de las medidas de mitigación (prohibición de coger setas, obligación de separar los residuos, incremento de la tasa de basura) exigidas por la normativa ambiental.
La formación y concienciación ciudadana tiene un peso importante a la hora de transmitir y difundir mensajes de contenido medioambiental. En este sentido, se observa que los mensajes e ideas, cada vez más complejas y abstractas, están llegando a la población y se están interiorizando. Los problemas ambientales actuales, tales como el agujero en la capa de ozono, la pérdida de la biodiversidad, el cambio climático y la relación de éstos con la actividad humana, son reconocidos por el ciudadano y pueden utilizarse para justificar cambios en la gestión de los servicios públicos.
La sociedad se convierte cada vez más en una sociedad urbana. Las urbes crecen y el campo se abandona. Se concentra la población y los servicios públicos tienen que adaptarse a ello. Aparecen nuevos retos que se deben resolver, como por ejemplo la gestión de residuos y de aguas residuales en una megaurbe.
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