Cada vez más empresas utilizan datos detallados de procesos de la fabricación digitalizada, o incluso inteligencia artificial, para mejorar su propia producción interna. Si se usan de manera eficaz, tales cantidades masivas de datos representan una materia prima que se puede usar para agregar un valor significativamente mayor.
Sin embargo, los modelos comerciales basados en datos siguen siendo la excepción y no la regla. En la mayoría de los casos, son grandes corporaciones como Rolls Royce las que se están aventurando en estas nuevas formas de negocio. Incluyen modelos de “economía compartida” en los que se aplican modelos de precios de pago por uso. Rolls Royce, por ejemplo, ya no solo vende turbinas, sino que también las alquila. De esta manera, el cliente solo paga por el tiempo de ejecución. Esto representa un paso importante hacia una fabricación más sostenible y la economía circular.
Asegurándose una plaza en la economía de plataformas
También se pueden desarrollar nuevas formas de negocio con las plataformas digitales. Estas son mercados on-line donde las empresas B2C (pero cada vez más también B2B) se conectan entre sí y crean sus propios ecosistemas digitales. Un ejemplo de ello es la plataforma Adamos, fundada por numerosas empresas importantes del sector de la ingeniería mecánica y de plantas.
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