Precisión y tecnología avanzada, estabilidad y reducción de peso: los requisitos que los componentes de aeronáutica deben cumplir son extremadamente rigurosos. Igualmente elevadas son las exigencias de rendimiento en la producción de las piezas, tanto para materiales como aluminio, titanio o compuestos, como para máquinas y herramientas de procesos de mecanizado. Un aspecto primordial es que la fabricación transcurra de forma fluida: con los lubricantes refrigerantes especialmente desarrollados y homologados para la fabricación de componentes aeronáuticos, el experto en lubricantes Rhenus Lub garantiza máxima calidad en los componentes y reducción de costes de herramientas al mismo tiempo. Sus lubricantes refrigerantes se utilizan, por ejemplo, en la fabricación del avión Airbus A380 o en los grupos motores Rolls Royce al completo.
Los fabricantes de componentes aeronáuticos apuestan cada vez más por innovadores materiales de construcción ligera, como los plásticos reforzados con fibra de carbono, el aluminio y el titanio. El objetivo es claro: construir aeronaves eficientes que ahorren queroseno. En la fabricación, además de la seguridad y de la precisa coordinación de los procesos, la calidad de los componentes tiene máxima prioridad. Si en un proceso de fabricación, por ejemplo, se genera demasiado calor, podrían aparecer microfisuras, manchas o porosidades residuales en los componentes, por lo que no se cumplirían las tolerancias de producción especificadas. La consecuencia sería una alta tasa de desperdicio y un rápido desgaste de las máquinas, un inductor de costes decisivo. Si, en el peor de los casos, la construcción de la aeronave llega a cesar completamente a causa de unos componentes defectuosos o que faltan, todos los participantes de la cadena de producción y abastecimiento no tardarán en incurrir en gigantescos costes.
Por eso, por un lado, para obtener los mejores resultados en cuanto a calidad y rentabilidad, es imprescindible conocer en profundidad los procesos de producción y las propiedades que se persiguen al fabricar componentes aeronáuticos críticos para la seguridad. Por otro, la solución para optimizar el proceso de producción también pasa por utilizar lubricantes refrigerantes especiales.
Aeronáutica: mecanizar con tolerancias de fabricación mínimas
La práctica demuestra que con lubricantes refrigerantes especiales se consiguen menores desviaciones y mayor precisión dimensional en los procesos de mecanizado. Además, ayudan a mejorar sustancialmente la calidad superficial, reducen las necesidades de acabado e incrementan la calidad de los componentes. En lo relativo a las máquinas, se brinda otra ventaja adicional y determinante para los fabricantes: al usar lubricantes refrigerantes especiales, se prolonga la vida útil de las máquinas de forma notable, lo que reduce gastos de herramientas. Se trata de un factor de costes decisivo, sobre todo con los materiales altamente resistentes empleados en la industria aeronáutica, como el titanio o las aleaciones con base de níquel, dado que las operaciones de mecanizado de este sector a menudo generan enormes costes de herramienta.
Mejora precisa de la calidad: uso correcto de lubricantes refrigerantes
Ya sea al fresar, tornear, taladrar o rectificar componentes para el fuselaje, las álabes, las turbinas, el tren de aterrizaje o las alas, “es habitual utilizar lubricantes refrigerantes en todos los trabajos de mecanizado típicos del sector aeronáutico”, explica Daniele Kleinmann, directora de gestión de productos de lubricantes refrigerantes de Rhenus Lub. “Lo realmente decisivo, sin embargo, es elegir el lubricante refrigerante más adecuado. Entonces es cuando los fabricantes consiguen seguridad de producción y calidad óptimas, así como unos tiempos más productivos”. Además de ser uno de los fabricantes de lubricantes líderes, Rhenus Lub cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector de la aeronáutica, una experiencia que permite desarrollar los productos más adecuados para la gran variedad de operaciones y materiales de este riguroso sector, así como ofrecer a los clientes un asesoramiento fiable.
Jörg Kummerow, director de ventas de lubricante refrigerante en el sur de Alemania y especialista en el sector aeronáutico de Rhenus Lub, lo ilustra poniendo como ejemplo el proceso de fabricación de una turbina: “Las palas de turbinas de aleaciones con base de níquel (por ejemplo, Inconel 718), los discos de titanio y la carcasa de Waspaloy requieren mecanizados diferentes. Si se quiere optimizar cada proceso de producción con el lubricante refrigerante correcto, es importante observar todos los factores. Esto hace que la experiencia sea nuestra clave para el éxito. Ya que solo si sabemos todo sobre la fabricación y las propiedades de materiales y componentes, podremos elegir con la mayor precisión”.
Por ejemplo, un lubricante refrigerante para mecanizar aleaciones con base de níquel (como Inconel o Waspaloy) debe ofrecer propiedades de lubricación muy efectivas. Al mecanizar titanio, se requiere más bien una potente combinación de efectos de lubricación y refrigeración; por eso, en este caso sería recomendable el uso de rhenus TU 560.
Esto es precisamente lo que determinan los expertos de Rhenus Lub mediante un intenso trabajo de ajuste de máquina, herramientas y lubricantes refrigerantes, con miras a que el cliente pueda progresar de forma sustancial y sostenible.
Control de calidad en la aeronáutica: requisitos elevados y homologaciones
Los requerimientos de los fabricantes de aviones para utilizar lubricantes refrigerantes de alto rendimiento en la producción de algunos componentes son muy específicos. A continuación, se detallan algunos:
- Vidas útiles prolongadas para lograr la mayor rentabilidad posible.
- Comportamiento rentable para garantizar la eficiencia en el consumo del lubricante refrigerante.
- Buena detergencia con miras a mejorar la limpieza de componentes y máquinas.
A menudo, un lubricante refrigerante debe demostrar haber obtenido una homologación aeronáutica antes de poder utilizarse. “En una homologación, nuestros lubricantes refrigerantes se analizan a fondo en combinación con los materiales para garantizar que no provoquen daños en los componentes, que acabarían desechados”, explica el experto en aeronáutica Jörg Kummerow. Gracias a los procedimientos de las homologaciones aeronáuticas, tanto proveedores como fabricantes cuentan con la garantía de que los lubricantes refrigerantes utilizados no tendrán efectos negativos en los materiales procesados.
Muchos lubricantes refrigerantes de Rhenus Lub cuentan con homologaciones aeronáuticas de diferentes empresas líderes del sector como Airbus, Rolls-Royce, MTU, Safran, Premium Aerotec o Embraer, “y no paramos de ampliar el número de nuestras homologaciones”, añade Daniele Kleinmann.
Otro punto a favor de los lubricantes refrigerantes de rhenus: protección medioambiental y laboral
El uso de lubricantes refrigerantes también tiene buena acogida en materia de seguridad y protección, sobre todo en la fabricación de materiales compuestos. Generalmente, se realiza en seco, lo que viene acompañado de importantes desventajas: cortas vidas útiles de las herramientas, insuficiente calidad de los componentes y generación de polvo fino perjudicial para la salud, entre otras. Rhenus Lub también ofrece soluciones ejemplares para el procesamiento de compuestos: rhenus XT 46 FC y rhenus XY 190 FC, dos lubricantes refrigerantes especiales para la fabricación en húmedo de carbono y otros materiales combinados ligeros. El polvo fino que se origina al mecanizar se adhiere automáticamente en el lubricante refrigerante y se enjuaga. Esto permite prescindir de las instalaciones de ventilación y filtración adicionales necesarias para el mecanizado en seco: un equipamiento necesario, muy costoso y obligatorio para protegerse de los polvos de fibra.
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