Producción con cero defectos, aumento de la productividad y reducción de costes: los fabricantes de piezas de plástico hacen oír su voz para que se cumplan estos requisitos, especialmente en los sectores eléctrico y electrónico, en tecnología médica y en ingeniería para el automóvil. El aseguramiento de la calidad integrado en el proceso ofrece la única forma de lograr estos objetivos. La medición de la presión de la cavidad se postula como un método para el control continuo de la calidad de las piezas en la producción en serie de piezas de plástico complejas. Las piezas moldeadas por inyección que no cumplen con las características de calidad requeridas se pueden separar automáticamente. Además del tradicional aseguramiento de calidad, la presión de la cavidad abre posibilidades para una optimización eficiente del proceso, de modo que se pueda minimizar el desperdicio si no se llega a eliminar por completo.
Producción con cero defectos, aumento de la productividad y reducción de costes: los fabricantes de piezas de plástico hacen oír su voz para que se cumplan estos requisitos, especialmente en los sectores eléctrico y electrónico, en tecnología médica y en ingeniería para el automóvil. El aseguramiento de la calidad integrado en el proceso ofrece la única forma de lograr estos objetivos. La detección del desperdicio (scrap) tan pronto como sea posible es un requisito obligatorio para alcanzar una producción ajustada o lean. Junto con otras medidas, el objetivo final de la producción con cero defectos es una mayor productividad gracias a una mejor utilización de la máquina y menores costes.
La medición de la presión de la cavidad se postula como un método para el control continuo de la calidad de las piezas en la producción en serie de piezas de plástico complejas. Su curva refleja con precisión las condiciones bajo las cuales se moldea la pieza. Las piezas moldeadas por inyección que no cumplen con las características de calidad requeridas se pueden separar automáticamente. Además del tradicional aseguramiento de calidad, la presión de la cavidad abre posibilidades para una optimización eficiente del proceso, de modo que se pueda minimizar el desperdicio si no se llega a eliminar por completo.
Por supuesto, la información ofrecida por la presión en cavidad también se puede utilizar para mantener constantemente el proceso bajo control. Es un método que se ha utilizado durante mucho tiempo para el cambio a segunda fase en respuesta a la presión de la cavidad o el equilibrado automático de las boquillas de los sistemas de canal caliente. Se conocen otras estrategias para el control del proceso basado en la presión de la cavidad, pero rara vez se usan, debido a su alto grado de complejidad.
Los sistemas basados en la presión de la cavidad tienen un gran potencial para optimizar tanto la eficiencia del proceso como el tiempo de ciclo, al tiempo que se reducen los costes de la no calidad. La clave es la producción sin defectos, que se puede lograr mediante la separación de desperdicios y la optimización del proceso en función de la presión de la cavidad, para su uso práctico en el moldeo por inyección.
Una cuestión de primera necesidad
Los transformadores por inyección de hoy en día se enfrentan a desafíos que son casi imposibles de superar. Los requerimientos de calidad están aumentando, las piezas y los procesos se están volviendo más complejos, pero los precios abonados por los artículos están en una continua disminución.
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