La valorización de los residuos procedentes del proceso de inyección de zámak mediante una planta piloto compacta de plasma permitirá obtener óxido de zinc de primera calidad, que se va a utilizar en diversas aplicaciones industriales.
La generación de óxido de zinc (ZnO) a partir de la valorización de residuos de inyección de zámak, según estimaciones realizadas para el proyecto LIFE+ GREENZO, podría reducir hasta en 425.000 t/año los residuos generados en Europa por este proceso, con la consecuente implicación sobre los costes asociados a la gestión de residuos.
El zámak se utiliza para la fabricación de piezas moldeadas por inyección en multitud de productos y sectores industriales. Se trata de una aleación compuesta principalmente de zinc (Zn), aluminio (Al), magnesio (Mg) y cobre (Cu), que se suministra en forma de lingotes.
Las piezas inyectadas siempre tienen rugosidades e imperfecciones que han de ser corregidas mediante tratamientos de pulido con unas piezas recubiertas de productos abrasivos (chips, moletas o piedras) y agua. Posteriormente, las piezas de zámak ya pulidas pueden someterse a acabados finales de electrodeposición y/o pintado.
En todo el proceso, se genera una gran variedad de residuos, como las escorias de fundición (recogidas del depósito de fundición, en estado oxidado por quedar en contacto con la atmósfera el material que queda en la parte superficial), los lodos de vibrado (resultantes del proceso de pulido) y otros como virutas, piezas defectuosas con o sin baño superficial, etc.
En la actualidad, algunos de estos residuos se gestionan como residuo no peligroso para su valorización material en lingotes de zámak de 2ª, en el caso de las escorias de fundición, virutas y piezas defectuosas.
Sin embargo, en el caso de los lodos de vibrado, se gestionan como residuo peligroso para su posterior depósito en vertederos de seguridad.
Cifras
Según la Asociación Internacional del Zinc (International Zinc Association, 2014), en la actualidad se producen 1,2 millones de toneladas anuales de ZnO. De este, el 75% se obtiene de métodos de obtención primarios (explotación minera) y solo un 25% de métodos secundarios (reciclado).
El reciclaje va en aumento cada año al mismo ritmo que el progreso en las tecnologías de producción y reciclaje de zinc. No obstante, a pesar de las múltiples acciones de investigación para la revalorización de residuos metálicos, no existe en el mercado ningún proceso industrial que permita la obtención de ZnO de 1ª calidad a partir de residuos metálicos no férreos. Por ello, el proyecto LIFE+ GREENZO tiene previsto desarrollar una planta piloto compacta para la recuperación de estos residuos en forma de óxido de zinc (ZnO). Esta planta utilizará la tecnología de arco de plasma.
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