El año 2023 presentó una fuerte desestabilización del sector europeo del plástico. Las crecientes importaciones de plásticos reciclados a la UE están creando un mercado no equilibrado con graves consecuencias medioambientales. Esto, combinado con la ralentización de la competitividad de la UE y la falta de igualdad de condiciones, está acelerando la desindustrialización de la UE, según advierte Plastics Recyclers Europe (PRE).
En este contexto, el Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR) tiene como objetivo mejorar la circularidad armonizando las prácticas en todos los Estados miembros de la UE, abordando los residuos de la UE de manera eficaz y creando un mercado para productos reciclados. “Sin embargo, la dirección política adoptada en los diálogos tripartitos está haciendo que el optimismo inicial se desvanezca”, asegura PRE. “Permitir que los residuos plásticos de fuera de la UE contribuyan a los objetivos incluso para los envases fabricados y llenados en la UE, sin implementar ningún mecanismo confiable de control y verificación, tendría un impacto negativo en un mercado que ya está contrayéndose y resultando amenazado”.
En 2023, el mercado ya respondió a esta desestabilización aumentando las exportaciones de residuos plásticos de la UE en un 18%. Estas circunstancias paradójicas dan como resultado que cada vez más residuos de la UE se depositen en vertederos e incineren, lo que provoca una grave contaminación de los ecosistemas y pone en peligro los objetivos medioambientales del Pacto Verde Europeo.
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