Emuge-Franken opta por los sensores y dinamómetros de Kistler como un factor importante que contribuye al desarrollo continuo de sus herramientas de precisión. Y, en algunos casos, la evaluación objetiva de las fuerzas y pares que actúan durante el proceso de mecanizado puede dar lugar a nuevas innovaciones en tecnologías de fabricación como la producción de roscas.
Sigue yendo viento en popa tras más de un siglo: fundada en 1920 por Richard Glimpel, Emuge es ahora uno de los principales fabricantes de herramientas de precisión del planeta. La empresa tiene su sede en la ciudad de Lauf, cerca de Núremberg (Alemania). En 1958, Emuge adquirió la compañía Franken, especialista en tecnología de fresado con sede en la cercana Rückersdorf: este paso condujo a la formación del actual Grupo Emuge-Franken. Incluso antes de adquirir Franken, Emuge había incorporado la tecnología de sujeción a su abanico de ámbitos profesionales, comenzando con la sujeción de herramientas y, posteriormente, pasando a incluir el amarre de piezas de trabajo. Hoy en día, la empresa suministra tecnología de roscado, taladrado y fresado, así como soluciones para calibrado y sujeción; su base de clientes abarca muchas industrias de alta tecnología, como los sectores de energía, aeroespacial, tecnología médica, automoción e ingeniería mecánica.
“Tenemos más de 1.900 empleados en 52 países, dos terceras partes de ellos en Alemania. Ofrecemos la cadena completa del sistema de herramientas, desde el husillo de la máquina hasta la sujeción de la pieza, y nuestra cartera de productos incluye una gran variedad de versiones de productos”, señala Jörg Teichgräber, director de Marketing de Emuge-Franken. La consultoría técnica in situ es una de las principales prioridades de la empresa: el personal de ventas y los técnicos de aplicaciones de todo el planeta ofrecen un asesoramiento óptimo a los clientes y les respaldan con la implementación de soluciones en sus propias instalaciones.
Optimización de procesos respaldada por resultados de medición precisos
Julian Raum comenzó su carrera como becario en Emuge-Franken en 2006. Tras una formación y estudios adicionales, ahora es ingeniero mecánico en el departamento de Tecnología de Aplicaciones y Desarrollo en las instalaciones de Emuge. Como miembro de un equipo de 45 personas, sus responsabilidades incluyen tecnología de medición, análisis de datos y evaluación de pruebas. También programa algoritmos de usuario en lenguajes de alto nivel como MatLab. Así describe los retos a los que se enfrenta en su trabajo diario: “Nuestros clientes están acostumbrados a recibir una calidad muy alta de nuestra parte; esperan que podamos ofrecerla y que lo hagamos a tiempo. A menudo requieren ahorros en costes de herramientas, y una forma de lograr ese objetivo es extender la vida útil de las herramientas”. Jörg Teichgräber añade: “Los clientes también aprecian nuestra amplia cartera de productos, así como nuestra capacidad para desarrollar herramientas especiales y procesos innovadores listos para el mercado”.
Para alcanzar estos objetivos y consolidar su posición de liderazgo, Emuge-Franken confía en la tecnología de medición de Kistler desde 1998. “Actualmente operamos con tres productos Kistler en nuestro departamento de desarrollo: un sensor de fuerza/par y dos dinamómetros. Entre ellos, se encuentra el dinamómetro de 4 componentes 9170A, que gira en el husillo, por lo que podemos medir el par y las fuerzas a lo largo de los tres ejes espaciales”, explica Julian Raum. Los desarrolladores de Emuge-Franken utilizan los instrumentos de medición de Kistler en bancos de pruebas destinados a optimizar herramientas y procesos: los resultados desempeñan un papel crucial para lograr la calidad deseada. “En lugar de depender de criterios de evaluación subjetivos, como el desarrollo de ruido, vibraciones e impresiones visuales, hemos tomado más medidas en nuestros productos desde aproximadamente 2014”, continúa Julian Raum. “Los sensores nos brindan un feedback cuantitativo confiable que nos permite hacer comparaciones mucho mejores entre herramientas y podemos variar los parámetros individuales para implementar la optimización integral del proceso”.
Superando los límites de lo factible
Este enfoque también abre el camino a innovaciones que se encuentran habitualmente con una respuesta entusiasta de los clientes y los expertos de la industria. Un ejemplo sobresaliente es el Punch Tap de Emuge-Franken: basado en una herramienta especial y una cinemática innovadora, roscas como las de las culatas de cilindros del motor ya no se roscan, conforman o fresan, sino que literalmente se “perforan” con Punch Tap.
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