Actualmente el mundo empresarial se mantiene en una constante evolución hacia la mejora continua y el desarrollo de nuevos procesos productivos, fruto de elevadas exigencias de la sociedad moderna. Esta mejora de los procesos ha generado una demanda extra de recursos a la que tenemos que hacer frente.
Todas las organizaciones obtienen sus beneficios a cambio de una aportación y posterior consumo de recursos y energía. Es a partir del momento en que necesitamos controlar esos factores cuando nacen los sistemas de gestión, que intentan delimitar los procesos bajo los cuales se mueve la actividad empresarial y ayudar a controlarlos.
En este contexto, un sistema de gestión energética (SGE) es la parte del sistema general de gestión de la organización que se encarga de controlar el uso de la energía, desde su entrada a través de distintas fuentes, su uso y su transformación en beneficios.
Ventajas de implantar un sistema de gestión energética
A partir de nuestra experiencia, en Renault Consulting consideramos que controlar la energía en una organización es interesante desde tres puntos de vista:
- Un punto de vista de gestión propiamente dicho nos va a ayudar a cuantificar los flujos energéticos que llegan a nuestra organización.
- Un punto de vista económico; el elevado coste de las distintas fuentes de energía lo ponen en el punto de mira de cualquier proceso de reducción de costes.
- Y, finalmente, desde un punto de vista ambiental, la concienciación sobre el cambio climático, el respeto a la naturaleza y la optimización en la utilización de los recursos naturales hacen prácticamente imprescindible este tipo de control.
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