El fabricante checo Kiekert fabrica alrededor de 180.000 cerraduras para vehículos de motor al día. Una célula robótica inteligente para la inspección en línea por rayos X, que incluye un robot de 6 ejes Stäubli TX60, garantiza los más altos estándares de calidad.
Kiekert es el mayor fabricante mundial de cerraduras para automóviles. En su planta de mayor tamaño en Prelouc (República Checa), una plantilla de alrededor de 2.400 personas fabrica cada día alrededor de 180.000 pestillos para puertas laterales en 60 líneas de montaje.
Entre las numerosas tareas automatizadas de montaje y ensayo implicadas, se encuentra la inspección del 100% de las conexiones soldadas. Un robot Stäubli de alta precisión se encarga de manipular los pestillos a medida que pasan a través de una compacta célula de inspección de rayos X.
El último desarrollo en el diseño de estos sistemas de cerradura es la incorporación de funciones de conveniencia como el mecanismo Kiekert “Soft-Close” patentado por Kiekert. Al igual que con todas las cerraduras de los vehículos de motor, se aplica el principio de cero defectos. En consecuencia, los ingenieros de fabricación de Prelouc buscaron una forma de someter a las conexiones soldadas en la carcasa de plástico a una inspección del 100%.
Solución: inspección de conexiones soldadas en línea por rayos X
En un análisis detallado, se determinó que la inspección por rayos X sería la mejor tecnología para una inspección del 100%. Una empresa checa diseñó y construyó una célula de inspección en la que todas las tareas de manipulación las realiza un robot compacto de 6 ejes Stäubli TX60.
Estas incluyen el manejo del componente de ensayo durante el proceso de inspección en la cámara de rayos X. La pinza robótica está diseñada para sellar el puerto de entrada a la cámara, evitando así la fuga de radiación durante el ensayo. Después de registrar la primera imagen de rayos X, la pinza gira el pestillo 180º y se toma una segunda imagen. Kiekert también quería tener la capacidad de rotar los componentes en incrementos de 5 y 10º, un requisito que el TX60 de alta precisión cumple fácilmente.
Uso del cliente: célula de ensayo con autoaprendizaje
La compacta célula de inspección incluye una pantalla que muestra de forma clara e inequívoca los resultados de las pruebas, incluyendo las imágenes de rayos X. Todos los valores medidos se documentan y registran para su trazabilidad. El proceso de ensayo también tiene capacidades de aprendizaje autónomo. Si se modifica un parámetro de soldadura, por ejemplo, la unidad de control de la célula de ensayo puede determinar si el cambio ha tenido efectos positivos, en función del número de piezas utilizables y defectuosas.
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