Resulta imprescindible desde el comienzo del proyecto; la toma en cuenta de las expectativas del cliente y, por supuesto, la optimización de la industrialización producto-proceso y el perfeccionamiento de los ensayos de estudios, métodos y calidad. Todo ello pasa por poseer la capacidad de establecer un plan de desarrollo adecuado y cumplir los plazos marcados. El pilar fundamental es, indudablemente, el equipo humano. Tanto los Jefes de Proyecto, “pesos pesados” que han de gestionar este rompecabezas eficientemente y a los que corresponde el desarrollo del proyecto técnico (conjunto de planos y documentos con los datos técnicos que harán posible que un producto se pueda fabricar), como todas las personas implicadas en los equipos proyecto.
No se puede prescindir de la integración de los proveedores de elementos del sistema en el proyecto y se deben establecer relaciones contractuales a fin de asegurar los objetivos de calidad, coste y plazo del proyecto. Es función del responsable de dicho proyecto el pilotaje de los proveedores y asegurar su capacidad para desarrollar elementos o subsistemas y los procesos de fabricación de los mismos.
No es posible concebir un producto final robusto, como es nuestro objetivo, sin que los sean también los componentes que lo integran. Los proveedores se ven obligados, por tanto, a utilizar las mismas técnicas que sus clientes conceptores del gran sistema a utilizar por el usuario final, desplegándolas al nivel que corresponda en función de la complejidad de su producto.
¿Cómo podemos llegar a concebir un producto de una forma robusta?
Con método, con una sistemática de trabajo que tenga en cuenta todos los factores influyentes.
Podemos enfrentarnos a un proyecto de diseño del mismo modo que a un problema complejo. Debemos dividirle en problemas cada vez más pequeños hasta que sean fácilmente resolubles, sustituimos un trabajo difícilmente abordable por muchas tareas “sencillas”.
Como en el caso del carpintero, para acometer cada tipo de tarea se requiere una herramienta, un método o un útil distinto. El más apropiado a la tarea en cuestión.
Evidentemente unos se aplicarán antes que otros, siguiendo un orden.
Como no hay dos proyectos iguales, también es evidente que no hay una solución única y rígida, sólo se deben utilizar las herramientas que se necesiten en cada caso.
Aunque habrá miembros del equipo de concepción que sean los especialistas en una u otra de ellas, siempre es bueno que todos conozcan cuantas más herramientas mejor.
En el gráfico 1 se intenta representar la cronología y la lógica de todo el proceso de concepción.
El proceso parte del estudio de las necesidades del cliente, expectativas implícitas, explicitas o latentes, de aquel a quien va destinado el producto, utilizando QFD y Análisis Funcional para desembocar en una definición funcional del producto en un Cuaderno de Cargas Funcional.
Es el momento en el que los conceptores diseñarán una o varias soluciones técnicas que satisfagan al CdC Funcional. No vale cualquier solución técnica, queremos concebir un producto robusto, por lo tanto, solo valdrá aquella solución que al mínimo coste garantice el cumplimiento del CdC y logre alcanzar los objetivos de calidad, fiabilidad, durabilidad, etc. esperados por usuario.
Se pueden presentar dos diferentes caminos en función del grado de innovación que introduzcamos en la solución y/o en su proceso de fabricación:
- Si dicha solución es similar a otros productos ya conocidos utilizaremos las herramientas clásicas de diseño y de análisis de riesgos (Rex).
- Si el grado de innovación es alto debemos seguir el proceso de seguridad de funcionamiento en el que aplicamos técnicas de concepción modernas que tienen como objeto poner en evidencia todos los eventos indeseables para el cliente, a fin de poderlos eliminar antes de congelar la solución definitiva del producto.
Evidentemente, la solución técnica, además de cumplir el CdC Funcional debe ser lo más fácilmente industrializable que sea posible.
El proceso no es puramente secuencial, sino que la información que surge del uso de las diferentes herramientas realimenta etapas anteriores, hasta encontrar la mejor solución.
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