España cerró 2015 con un notable avance en el crecimiento del PIB, prolongando así la tendencia de recuperación que se inició en 2014. “Una buena noticia, sin duda, para el sistema económico, que debe aprovechar este nuevo ciclo de crecimiento para transformarse y reinventarse. Desgraciadamente, los datos sobre educación e I+D+i, pilares fundamentales de la economía del conocimiento, no acompañan este dato para el optimismo, sino que ahondan más nuestra preocupación”, asegura Jorge Barrero, director general de la Fundación Cotec para la Innovación. La evolución negativa de los principales indicadores de innovación recogidos en el “Informe Cotec 2016” también es alarmante desde el punto de vista de la comparativa internacional: “El crecimiento que tuvo el sistema español de ciencia y tecnología durante los primeros años del siglo XXI no tiene precedentes en nuestra historia ni comparación en nuestro entorno”.
“Nuestro país, por fin, parecía dispuesto a vencer su histórico atraso y aspiraba a converger con las economías de referencia en la zona euro. En los años previos a la crisis, el gasto español en I+D crecía por primera vez a tasas superiores a las de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Todavía en 2008, nuestra inversión en I+D suponía el 1,35% del PIB, a solo 0,45 puntos porcentuales de la UE28, un mínimo histórico”, explica Jorge Barrero, director general de la Fundación Cotec, en la presentación del “Informe Cotec 2016”. “A partir de entonces, el escenario ha sido bien distinto: los recortes en el gasto público y la caída de la inversión privada han vuelto a ensanchar progresivamente nuestra brecha con Europa.
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