Cuando se apagan las luces y se levanta el telón, todo tiene que funcionar a la perfección. En el escenario, los actores confían en la iluminación y la tecnología que les rodea para generar el ambiente adecuado. Para que todo fluya sin problemas, el teatro municipal de Ingolstadt ha instalado las cadenas portacables Zig-Zag de igus, que garantizan un movimiento seguro de la tecnología escénica.
El teatro municipal de Ingolstadt, situado cerca de la orilla del Danubio, es el tercero más grande de Alemania y su cartelera está siempre llena. “Siempre hay movimiento, tanto en el escenario como entre bambalinas”, explica Julian Zell, técnico de iluminación del teatro municipal. Este ritmo frenético hace que las renovaciones y reparaciones técnicas solo puedan llevarse a cabo durante la pausa estacional, que dura solo seis semanas. Al comienzo de la temporada, todo debe funcionar a la perfección para que el público pueda sumergirse completamente en el espectáculo.
Además, la tecnología escénica de este edificio supone otro reto, y es que los elementos técnicos se han ido instalando a lo largo de los años. Por ejemplo, los focos están sujetos a varias barras móviles suspendidas del techo a una altura de 15 m por encima del escenario. Para que la escena esté bien iluminada durante la representación, es imprescindible una fuente de alimentación continua que, además, resista el movimiento de esta estructura. Hasta ahora, los cables necesarios se guiaban con cables textiles. Sin embargo, esta solución se quedó anticuada y resultó ser poco fiable, por lo que el teatro optó por instalar cadenas portacables Zig-Zag de igus.
Problemática de los cables textiles
Los cables de alimentación, datos, aire comprimido o hidráulica a menudo deben recorrer grandes distancias. Hasta la fecha, el teatro municipal utilizaba cables textiles para guiar los cables de alimentación correspondientes. Aunque funcionaron de forma correcta durante muchos años, últimamente los problemas eran cada vez más frecuentes. Además, debido a la instalación fija de los cables, resultaba muy difícil sustituir los conectores individualmente, y a menudo se acumulaba polvo en el tejido, lo que aumentaba el riesgo de incendio del sistema. Al fin y al cabo, los cables de material textil disponen de un radio de curvatura definido, lo que significa que, en ocasiones, están sometidos a cargas excesivas. Tras experimentar varios de estos problemas, los cuales afectaron al funcionamiento de la iluminación, el teatro recurrió a igus y decidió instalar sistemas Zig-Zag durante la pausa estacional de 2022.
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