La compatibilización entre crecimiento económico y protección ambiental pasa por cambios profundos en el actual modelo de crecimiento económico que permitan armonizar y reducir, en la medida de lo posible, las distintas demandas de recursos y servicios ambientales por parte de la actividad económica. Hacer una economía más verde sólo será posible mediante cambios en las estructuras de producción y en los patrones de consumo, lo que requiere, ineludiblemente, avances tecnológicos que permitan la sustitución de recursos y/o un uso más eficiente de los mismos, así como cambios en las preferencias sociales que conlleven un consumo más ambientalmente respetuoso. En ambos ámbitos, la política económica tiene mucho que decir; una política económica que, por otra parte, debe diseñarse desde un enfoque integrado con la política ambiental.
La dimensión social del desarrollo sostenible se centra en cómo transferir los conocimientos adquiridos y las potencialidades de una generación a otra sin comprometer la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras. Estas potencialidades se concretan en distintos activos, como el capital humano (educación, sanidad, cultura, servicios sociales, etc.), el capital social (redes sociales), o la capacidad de utilizar las potencialidades disponibles (empleabilidad, emprendimiento, etc.).
El término de economía verde plantea un nuevo modelo económico en el que las interrelaciones entre las actividades económicas y los ecosistemas naturales sean mucho más explícitas y así se consideren alternativas que aminoren el impacto adverso de las actividades económicas sobre el medio ambiente y, de manera especial, sobre el cambio climático y el calentamiento global. Los principios que originaron el modelo de la economía verde se están viendo ampliados en el marco del desarrollo sostenible para recoger la estrecha relación entre el ámbito económico, el ambiental y el social.
En torno al 13,5% de las personas empleadas en España trabaja en servicios relacionados con la educación, la sanidad o la atención social, tres pilares básicos de la sostenibilidad social del crecimiento.
El estudio Green Jobs; Empleo Verde en España 2010, elaborado por la Fundación Opti, constituye un paso adelante en el análisis y cuantificación de las relaciones entre la economía española y el medio ambiente.
Caracterización de la economía verde
La economía verde engloba “actividades que producen bienes y servicios para medir, prevenir, limitar, minimizar o corregir el daño ambiental al agua, aire y suelo, así como problemas relacionados con los residuos, el ruido y los ecosistemas. Esto incluye tecnologías, productos y servicios que reducen el riesgo ambiental y minimizan la contaminación y el uso de recursos”.
Esta definición permite la identificación de 36 actividades que se encuadran en una clasificación de tres niveles:
1. Se distinguen tres grupos, en función: a) del propósito claramente ambiental de los bienes y servicios producidos, y b) de la facilidad para su evaluación estadística. Éstos son:
- Gestión de la contaminación: incluye bienes y servicios con un claro propósito ambiental, es decir, con un impacto significativo en la reducción del impacto ambiental. Constituye el núcleo del sector medioambiental.
- Tecnologías y productos más limpios: incluye bienes y servicios que, aunque reducen o eliminan los impactos ambientales negativos, no es éste su principal objetivo.
- Gestión de recursos: incluye bienes y servicios relacionados con la protección ambiental, no siendo éste el principal objetivo para el que son producidos.
2. Se distinguen, entre las distintas actividades productivas: producción de equipos y materiales, provisión de servicios y construcción e instalación.
3. Contempla los principales tipos de actividades de protección ambiental: control de la contaminación del aire, gestión de efluentes, gestión de residuos sólidos, tratamiento y limpieza de suelos y agua, y control del ruido y las vibraciones.
Ésta sería la delimitación del sector ambiental según subsectores:
1. Control y prevención de la contaminación atmosférica
2. Tratamiento y depuración de las aguas residuales
3. Gestión, tratamiento y reciclaje de residuos
4. Control y prevención de la contaminación del suelo
5. Control y prevención de la contaminación acústica
6. Gestión de espacios naturales
7. Gestión del agua
8. Gestión de áreas forestales
9. Energías renovables y eficiencia energética
10. Investigación y desarrollo (pública y privada)
11. Servicios ambientales a empresas y entidades
12. Educación, formación e información ambiental
13. Administraciones Públicas.
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