Los automóviles voladores ya no son ciencia ficción: PAL-V es una empresa holandesa que ha desarrollado Liberty, un vehículo que puede transformarse en un autogiro en unos sencillos pasos. Los ingenieros han utilizado componentes de polímero de la empresa igus para el transformador, cuyo peso no alcanza los 660 kilogramos.
Es el sueño de cualquiera, estas en un atasco en la autopista y despliegas las alas en tu coche. Simplemente despliegas las alas, te elevas y sobrevuelas el atasco. Puede parecer una idea sacada de una película de ciencia ficción, pero no lo es. Los ingenieros de la compañía holandesa Personal Air Land Vehicle (PAL-V) están afinando los últimos detalles para el lanzamiento de un automóvil volador llamado Pal-V Liberty. Este vehículo innovador ya ha obtenido la homologación correspondiente para circular por carreteras, y se espera que en un futuro cercano también obtenga la certificación requerida para operar en el espacio aéreo. Hans Joore, piloto de pruebas y responsable de dinámica de vehículos afirma: "La primera vez que arranqué el Liberty, se me puso la piel de gallina. Ese momento hizo que todo el esfuerzo valiera la pena. Oír arrancar el vehículo fue sencillamente increíble, y la experiencia de conducción fue excepcional. El Liberty es muy ligero y fácil de pilotar, y con sólo 660 kilos, tiene una capacidad de aceleración buena".
Un autogiro sobre tres ruedas
Este transformer se trata de un autogiro biplaza de tres ruedas con un rotor parecido al de un helicóptero. Sin embargo, a diferencia de este vehículo, el Pal-V Liberty no despega verticalmente, sino que requiere una pista de 180 metros, que puede estar situada en un aeropuerto o en una propiedad privada. El propietario debe realizar manualmente el despliegue del rotor y las palas de la hélice en la sección trasera, y el resto de la transformación se lleva a cabo de forma automática. Después de completar una revisión previa al vuelo, que requiere que el piloto dedique 15 minutos a inspeccionar la aeronave desde todos los ángulos, llega el momento de elevarse.
Durante el despegue, el motor acelera el rotor de 10,75 metros a 150 revoluciones por minuto. A continuación, el sistema cambia la potencia del motor a una hélice trasera, que se encarga de la propulsión. El Liberty acelera, permitiendo que el viento active el rotor en un estado de autorrotación pasiva, y finalmente se eleva en el aire a una velocidad de 300 revoluciones por minuto. El volante se pliega hacia arriba, el piloto acciona una palanca de control ubicada entre las piernas y empieza la diversión. Con una velocidad máxima de 180 km/h, el piloto y el pasajero pueden volar hasta 500 kilómetros, alcanzando altitudes de hasta 3.500 metros. En condiciones terrestres, el Liberty tiene una autonomía notablemente mayor. Con un depósito de gasolina de 100 litros, el vehículo es capaz de recorrer 1.315 kilómetros.
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