El estudio muestra que las empresas españolas intentan responder de forma dinámica a la difícil situación económica actual, ensalzando su competitividad a través de la inversión en innovación.
Situación actual
Una difícil situación económica
Las empresas españolas operan hoy en día en un entorno económico incierto, tanto a nivel nacional como internacional. El modesto crecimiento económico y los créditos incipientes -continuados desde 2008 y causando altos índices de desempleo- han reducido los beneficios de las compañías españolas.
Lo que es más, los programas de eficiencia puestos en marcha a nivel nacional están afectando más negativa que positivamente a las empresas industriales en general. Producen un alto nivel de impuestos, incrementan los costes de energía y aumentan las dificultades para acceder a créditos con que financiar operaciones ordinarias. Esto genera un entorno mucho más cambiante. El crecimiento del PIB y la situación de desempleo se erosionarán aún más en 2013 después de un complejo 2012, y el consumo interno se prevé que disminuirá un 3,1% en 2013. El único aspecto alentador es que se prevé que las exportaciones crezcan en 2013 en un 4,9%, tras el 2% en 2012, según indica el último panel de previsiones económicas de Funcas.
Principales estrategias de negocios
En los resultados de nuestra investigación, se evidencia la presión ejercida por la situación económica, poniendo de manifiesto que las compañías españolas están muy preocupadas por la disminución de ventas y la dificultad de retener a sus clientes actuales. Este asunto argumenta el incremento en costes y materias primas/precios energéticos que eventualmente dificultan su rentabilidad.
Sin embargo, nuestro estudio muestra que las empresas españolas confían bastante en sus capacidades, especialmente en lo que concierne a áreas como servicios al cliente y calidad del producto. La competencia en sí misma no es vista como una de las principales preocupaciones, ya que las empresas entienden que la caída en ventas es en su mayoría generada por la visión pesimista del mercado.
Un resultado interesante del estudio es que la estrategia seleccionada por las compañías españolas está centrada no solo en la reducción de costes, esencial para sobrevivir, sino también en incrementar sus ventas ajustando las relaciones con sus clientes clave y explotando mercados emergentes (Figura 1). Aunque tradicionalmente no todas las manufactureras españolas se han abierto a mercados exteriores, esto se está convirtiendo probablemente en el mejor método para obtener éxito dentro de este difícil contexto económico.
Otro resultado clave de nuestro estudio es que la innovación en los productos extranjeros es esencial para que las empresas españolas refuercen su posicionamiento. La innovación está considerada incluso en un grado más alto que otras estrategias empresariales como la excelencia operacional en fabricación y la cadena de suministro.
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