Desde los arados agrícolas hasta las cintas transportadoras en fábricas de cerveza, los cojinetes de metal tienen un coste elevado y requieren mucho tiempo debido a la necesidad de lubricación. Para reducir costes, economizar recursos y preservar el medio ambiente, cada vez son más las empresas que se pasan a los cojinetes de plástico sin lubricación del fabricante alemán igus. Junto con esta compañía, científicos de la Universidad RWTH Aachen y la WBA Aachener Werkzeugbau Akademie realizaron un estudio que revela por primera vez el ahorro real y los beneficios ambientales de esta acción.
Los cojinetes de metal son indispensables en la industria. Sin embargo, presentan un claro problema: unos costes elevados. Las empresas no solo tienen que adquirir lubricantes, sino también planificar los intervalos y recursos necesarios para llevar a cabo los trabajos de mantenimiento. Además, muchas de las sustancias utilizadas para la lubricación están siendo objeto de críticas debido a la creciente sensibilización pública sobre los problemas medioambientales, lo que también afecta a los fabricantes de máquinas y sistemas que dependen de ellos. Por ejemplo, algunos productos contienen aditivos perjudiciales para el medio ambiente, como antioxidantes, inhibidores de la corrosión y detergentes.
igus lleva muchos años ayudando a los fabricantes a sustituir los cojinetes lubricados por cojinetes iglidur e igutex libres de lubricación, protegiendo así el medio ambiente y mejorando al mismo tiempo la productividad. Estos cojinetes se caracterizan por su autolubricación. Los plásticos de alto rendimiento con los que están fabricados integran partículas de lubricantes sólidos de tamaño microscópico que permiten un funcionamiento en seco de baja fricción y sin necesidad de lubricación adicional. “Los clientes nos comentan que esta solución innovadora es totalmente revolucionaria porque reduce considerablemente los costes de adquisición y de personal”, afirma Stefan Loockmann-Rittich, director de la tecnología de cojinetes de igus.
“Sin embargo, hasta ahora faltaban datos científicos que cuantificaran de manera clara y directa las ventajas de los cojinetes de polímero y demostraran su impacto en el medio ambiente y en la eficacia de las máquinas y sistemas en su conjunto. Por ello, hemos decidido solicitar un estudio independiente. Y hemos obtenido cifras que nos sorprenden incluso a nosotros mismos”, añade Stefan Loockmann-Rittich. El estudio se encargó a WBA Aachener Werkzeugbau Akademie, una empresa de investigación que colabora con el Laboratorio de Máquina-herramienta (WZL) y el Instituto Fraunhofer de Tecnología de Fabricación (IPT) en el campus de la RWTH de Aquisgrán (Alemania). Este campus alberga uno de los mayores laboratorios de investigación de Europa en el ámbito de la tecnología de fabricación.
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