Las grasas estándar con base de aceite mineral suelen ser muy potentes, pero dependiendo de su área de aplicación y de su manipulación pueden suponer un riesgo potencial para el medio ambiente. Por eso, hace ya muchos años que Rhenus Lub invierte importantes medios en investigación y desarrollo para diseñar productos que sean especialmente respetuosos con el medio ambiente.
El nuevo rhenus LAE 2 es un desarrollo del contrastado lubricante biológico rhenus LAC 2 que, tras un exhaustivo proceso de certificación, ha obtenido la etiqueta ecológica de la UE (EEL). La EEL es un distintivo reconocido por todos los Estados miembros de la Unión Europea, además de Noruega, Liechtenstein e Islandia. Se concede a productos que tienen un impacto reducido sobre el medio ambiente durante todo su ciclo de vida.
“Los aceites básicos nativos de colza o girasol son propensos a la oxidación y, por lo tanto, no suelen ser adecuados para aplicaciones exigentes. Eso ha provocado que existan prejuicios en cuanto al rendimiento de las grasas lubricantes biológicas”, explica el Dr. Marco Pfeiffer, director de Gestión de Productos y Venta de Grasas de Rhenus Lub. “Estamos decididos a cambiar esta mentalidad. Gracias al éster sintético con propiedades excepcionales, como el que se utiliza en rhenus LAE 2, los lubricantes biológicos actuales ofrecen tan buen rendimiento en muchas áreas como los lubricantes con base de aceite mineral. Aunque la etiqueta ecológica admite opciones limitadas, nos ha permitido desarrollar una solución extremadamente potente. Si hablamos del rendimiento, en las grasas con etiqueta ecológica apenas existen productos comparables actualmente. Estamos en la vanguardia de los nuevos desarrollos”.
Criterios estrictos para la concesión del distintivo medioambiental europeo
Los productos con certificación EEL suponen una menor carga para el agua, el suelo y la salud humana que los lubricantes convencionales de base mineral. Para obtener el certificado EEL, las empresas deben cumplir estrictos requisitos. Entre ellos, el cumplimiento de la lista Lubricant Substance Classification (LuSC), donde se incluyen las materias primas que pueden utilizarse. Al mismo tiempo, el uso de las llamadas materias primas de alto rendimiento, que normalmente no son biodegradables o solo en menor medida, está restringido. Además, existen directrices en cuanto a los envases, que deben contener una determinada proporción de material reciclado y estar diseñados de modo que impidan los derrames de forma segura.
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