El incremento de la utilización de aplicaciones web y móviles en todas las áreas de negocio ha supuesto el aumento de la accesibilidad y, con ello, su globalización. Este hecho supone que muchos procesos deban estar disponibles los 365 días del año, 24 horas al día, siendo cada vez más dependientes de los sistemas de información. De esta manera, la fiabilidad, disponibilidad y el rendimiento de dichos sistemas es cada vez más crítico.
Las pruebas de carga y rendimiento: simulación de la actividad real
Realizar pruebas de carga y rendimiento consiste en someter al sistema a altas cargas de trabajo, simulando la actividad real de los futuros usuarios del sistema. Estas pruebas nos ayudarán a predecir el comportamiento de nuestro sistema y conocer el grado en que realiza las funciones para las que ha sido diseñado sin pérdidas de servicio y con un tiempo de respuesta óptimo y estable. La importancia de este tipo de pruebas es fácilmente entendible si observamos la cantidad de aplicaciones que se caen ante picos de carga o bien, ofrecen tiempos de respuesta inaceptables para el usuario final. El tiempo de respuesta de una aplicación es un factor clave para que una aplicación y, por tanto, el servicio que implementa, tenga éxito en el mercado.
Pruebas de cargas, pruebas de rendimiento y pruebas de estrés
Más concretamente, las pruebas de carga indican la respuesta de la aplicación al ser sometida a una carga de usuarios y/o transacciones esperada (por ejemplo: comprobar que respuesta de la aplicación ante el alta simultánea de 1.000 usuarios sea correcta) y las pruebas de rendimiento nos sirven para medir la respuesta de la aplicación ante distintos volúmenes de carga esperados (por ejemplo: conocer la velocidad de respuesta al procesar el ingreso de 10, 100 y 1000 usuarios simultáneamente). Aquellas pruebas de carga y rendimiento que superan los límites previstos para la actividad real de los usuarios son las conocidas como pruebas de estrés y nos permiten encontrar el volumen de datos (o el tiempo) en que la aplicación deja de ser capaz de responder a las peticiones como se espera.
Las pruebas de carga y rendimiento son indispensables en numerosas circunstancias: si un sistema presenta problemas de rendimiento; cuando se observa un incremento en el número de usuarios de una aplicación; si se produce un cambio de componentes software o hardware… pero en cualquier caso, es siempre aconsejable realizar este tipo de pruebas para contar con la máxima información acerca del comportamiento de nuestro sistema: los usuarios insatisfechos con el rendimiento de un sistema pueden nunca regresar, causando un impacto enrome en el negocio.
Acreditación del laboratorio de pruebas de carga y rendimiento de la empresa Software Quality Systems
El pasado verano, ENAC acreditó, según criterios recogidos en la norma ISO 17025, el laboratorio de pruebas de carga y rendimiento de la empresa Software Quality Systems. De esta forma, el laboratorio de SQS se convertía en el único en España acreditado para la realización de este tipo de pruebas de software y uno de los pocos que existen en el mundo. La metodología que emplea SQS ha sido validada y los resultados que se obtengan de sus pruebas son intercomparables con los obtenidos por cualquier otro laboratorio acreditado en el mundo.
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